El puntapié inicial

Estudiantes cumple 115 años y lo festeja con un propósito social para el aplauso. Una historia con distintos momentos que lo llevan a ser hoy un emblema del fútbol argentino que supo trascender las fronteras y alcanzar la gloria máxima.

El invierno de 1905 no fue uno más para la ciudad. Un grupo de jóvenes decidieron desprenderse del club Gimnasia y Esgrima para darle forma a un sueño que incluía un nuevo club, donde el fútbol sea la principal actividad.

El escenario para dar el primer paso fue justamente en la zapatería "Nueva York" ubicada en 7 entre 57 y 58. Su dueño era Félix Díaz, y convocó a los demás: Carlos y Jorge Isla, Uberto F. Vignart, Hugo E. Ferrando, Tomás Ricardo Sancet, Saúl y Antonio Ferreiroa, Joaquín Sesé, Alejandro y Emilio Fernández, David Ramsay, Raúl Salas, Antonio Mouzo, Horacio Tolosa, Carlos Sagastume, Jorge Contreras. Ni más ni menos que los audaces que se animaron a caminar juntos.

Tomás Schedden, Alfredo Lartigue y Florentino Moreda fueron los que más acompañaron, y finalmente en la madrugada del 4 de agosto nació el Club Estudiantes de La Plata. Decidieron que Miguel Gutiérrez sea el primer presidente ya que contaba con un lugar importante en la sociedad. Gutiérrez puso su casa como sede del nuevo club y así poder conseguir un subsidio que, junto a la primera cuota social, sirvió para empezar a rodar.

Eligieron el rojo y blanco como colores del club pero no le permitieron usar la camiseta tradicional debido a su semejanza con la de Alumni. Recién en 1910 pudieron vestir la casaca actual.

La primera cancha no estuvo en 1 y 55, sino en 19 y 51 gracias a los terrenos que aportó Félix Tettamanti, allí Estudiantes transitó sus primeros años de fútbol hasta que a finales de 1907, exactamente el 25 de diciembre, el pincha pudo inaugurar su estadio en su ubicación actual. El club de fútbol ya estaba en marcha.

Seguro que en aquella vieja zapatería, hoy librería comercial, nadie imaginaba todo lo que vendría después. Cientos de apellidos importantes que en conjunto fueron escribiendo páginas imborrables, para un libro que sigue bien abierto con hojas en blanco, y rojo…

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