Plaza Italia, copada por los manteros y sin protocolos

Cada vez se ven más puestos de vendedores ambulantes. Los comerciantes se quejan porque, además de la informalidad, casi no se ven recaudos para prevenir el COVID-19

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Como si no se transitara uno de los peores momentos desde que se desató la pandemia por el COVID-19, la Plaza Italia volvió a observarse ayer “abarrotada” de vendedores ambulantes con mercadería de dudosa procedencia. Si bien la mayoría respetó el uso de tapabocas, en casi ningún sector se mantuvo el distanciamiento social obligatorio, algo que indignó a muchas personas que quisieron caminar por ese tradicional espacio platense sin correr riesgos de contagio.

Es que, como hicieron notar distintos comerciantes, mientras por un lado exigen estrictos protocolos para atender al público, en otros prácticamente no hay cuidados sanitarios para prevenir el COVID-19.

A través de un simple recorrido se observó ayer como las sendas peatonales de la plaza quedaron durante buena parte del día colonizadas por los manteros. “Esto ya es cualquier cosa, no se entiende que no te dejen visitar a tus padres y acá no haya ningún tipo de controles”, señaló un vecino de esa zona.

La feria de venta ilegal de indumentaria de Plaza Italia volvió a cobrar fuerza a principios de esta semana y ayer, en medio de una jornada con temperatura primaveral, distintos grupos de personas se instalaron desde temprano con sus mantas para ofrecer nuevamente mercadería de procedencia clandestina.

Si bien es cierto que algunas personas ofrecían objetos personales como ropa usada o artesanías, también se observaron vendedores de artículos nuevos como indumentaria deportiva, lentes de sol, gorros y carteras.

Los comerciantes de los alrededores consultados por EL DIA, coincidieron que muchas de las cosas que se ofrecían en ese espacio se venden en los locales de los alrededores, lo que calificaron como una competencia desleal.

“No pagan alquiler de local, impuestos, cargas de ningún tipo y nosotros debemos sobrevivir con una situación que ya es prácticamente insostenible”, apuntó el dueño de una mercería.

Se recordó además que la feria en Plaza Italia se instaló el año pasado cuando se formaron cerrados cordones policiales para impedir la venta ilegal en Plaza San Martín. En esa línea los comerciantes indicaron que el problema “se mudó”, pero sigue con el mismo espíritu que antes tuvo en la zona de 7 y 50.

Como se sabe, en el transcurso de la pandemia, la venta clandestina de La Plata ha despertado el descontento de todo el sector vinculado al comercio formal, debido a que a la “eterna” problemática de la “competencia desleal” que aducen los comerciantes que pagan impuestos y alquileres, entre otras obligaciones, se ha sumado la crisis económica tras varios meses de estar a puertas cerradas.

El repunte de las ventas no llega en la medida que esperaban los comerciantes y los carteles que anticipan “Liquidación por cierre” se multiplican por todo el micro centro.

Otros cerraron los locales para siempre o buscan sobrevivir a la crisis con la esperanza de una mejora.

En torno a los reclamos de los comerciantes de La Plata por el crecimiento de la venta ilegal, se destacan los que realizaron los centros comerciales y la federación de empresas (FELP), que vienen advirtiendo por la presencia de manteros, incluso en períodos de estricta cuarentena, quienes ofrecen en las veredas artículos de telefonía celular, bijouterie, indumentarias y hasta prendas de estación, mientras los negocios ajustados a la ley se encuentran cada vez más asfixiados.

A eso, sumaron el problema de la falta de medidas de higiene en el marco de la pandemia, mientras las autoridades exigen que en los locales se lleven a cabo todas las medidas correspondientes de acuerdo con los protocolos vigentes.

A lo largo de la cuarentena desde el Municipio se realizaron numerosos operativos que arrojaron detenidos por infracciones por usurpación del espacio público y hasta por resistencia a la autoridad, al tiempo que en numerosas ocasiones llegó a incautarse la mercadería. Hasta el momento nada alcanzó para desalentar la venta clandestina.

Y como en las últimas semanas los controles prácticamente desaparecieron de las calles, la comercialización ilegal volvió a ganar espacios.

“La venta ilegal es un viejo conflicto que se da en casi todo el país y en nuestra ciudad tiene aristas muy sensibles. En este contexto se coincidió en definir esta problemática no como un caso aislado y temporal, sino como un sistema complejo, con intereses creados en diversos sectores de la sociedad”, señalaron, recientemente, en un comunicado de la Federación Empresaria La Plata y los centros comerciales de la Ciudad.

 

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