Violencia, robos, temor y nuevas tomas: las usurpaciones jaquean a la periferia
Edición Impresa | 13 de Septiembre de 2020 | 02:21

Consolidada hace tiempo como la “capital nacional de las usurpaciones”, en La Plata no paran las tomas de tierra. Y mientras en algunos asentamientos ilegales se incrementan los robos y la violencia -así lo vienen denunciando vecinos en Los Hornos y en torno a las vías de 122 y 45- en otros sectores se suman nuevas ocupaciones.
De este flagelo no se salva nadie. Ni siquiera los clubes barriales, que tanto bien hacen por la contención social. Ahora le tocó a otra emblemática institución de la Ciudad: la Sociedad de Fomento de La Cumbre, situada en avenida 31 entre 531 y 532, un club barrial con más de 75 años de historia al servicio de la comunidad.
Angustiados, dirigentes denunciaron que ayer a la mañana un grupo de usurpadores se instaló por la fuerza en lotes linderos a la sede social. Se trata de tierras que, si bien pertenecen al ferrocarril nacional, hace 35 años estaban siendo cuidadas y utilizadas por la institución barrial para las múltiples actividades deportivas y culturales que desarrollan (patín, karate, taekwondo, candombe, kickboxing, zumba, vóley y actividades gratuitas para la familia: huerta familiar y talleres para la infancia).
Para poder ocupar las tierras en cuestión -unos lotes de aproximadamente 30 por 20 metros- los usurpadores debieron tirar abajo las paredes que los dirigentes habían hecho construir, justamente, para evitar intrusiones.
“El club tiene 75 años de vida y tiene cinco terrenos que lindan en el fondo con las vías del ferrocarril del tren provincial, que prácticamente están todas tomadas hasta Avellaneda. Nosotros hace más de tres décadas que cuidamos esas tierras. E incluso iniciamos, hace cinco años, los trámites ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado pidiendo la concesión, justamente para que no las ocupen y se destinen a la comunidad”, explicó Carlos Martínez, secretario de la Sociedad de Fomento. En esas tierras habían solicitado hasta la construcción de un jardín de infantes.
Como por la pandemia las actividades están paralizadas y hay menos movimiento en la sede social, los usurpadores aprovecharon para desmontar las paredes (las habían levantado gracias a la colaboración de un empresario de la zona) y se instalaron en los lotes. Son cerca de una decena de personas que se disponían a comenzar a construir casillas.
Los dirigentes del club se mostraron muy preocupados por esta intrusión y se disponían a radicar una denuncia policial para que la Justicia le ponga freno.
Semanas atrás habían padecido una situación similar en el Club Romerense, cuando usurpadores quisieron tomar los terrenos linderos al predio deportivo de la institución, poniendo en jaque toda la actividad que se realiza en esa histórica entidad.
TEMOR Y ROBOS EN LOS HORNOS
En tanto que en torno a la usurpación de Los Hornos, la más grande a nivel provincial, y que abarca unas 150 hectáreas desde 76 a 90 y de 141 a 155, va en aumento el temor y la preocupación de los vecinos por la escalada de robos. Contaron, por caso, que en la zona de 84 y 153, lindera a la ocupación ilegal, cortaron los alambrados e irrumpieron en una vivienda en construcción de la que se llevaron todo lo que había. “Desvalijaron todo; rompieron las rejas y arrancaron las aberturas que estaban colocadas”, además de llevarse los materiales de construcción y otros elementos de valor, según detallaron a EL DIA.
Lejos está de tratarse de un episodio aislado. Más bien al contrario. Desde que hace medio año arrancó la toma, la vida cambió drásticamente para los vecinos que llevan tiempo radicados en la zona. “Ya les robaron a casi todos, incluso a un colegio de 90 y 155”, se detalló.
A eso debe sumarse que hay ruidos molestos, música a todo volumen y “fiestas” que arman en el medio de la ocupación, a pesar de la cuarentena.
En el barrio el reclamo es fuerte hacia la Policía “porque llamamos y nunca vienen”. También a la Provincia y la Nación, para que apuren las gestiones para avanzar con la prometida urbanización. Algunos gendarmes continúan custodiando ciertos accesos, pero son tan pocos y el predio tan amplio que los ocupantes siguen ingresando.
Los vecinos dijeron a EL DIA que se sienten “hartos” porque “a todos desde febrero nos están robando, nos amenazaron con armas y nadie ha tomado medidas”. En ese marco, anticiparon a EL DIA que están organizando una movilización en protesta.
“TIERRA DE NADIE”
También cerca del casco urbano se padece el desmadre de las usurpaciones. Los vecinos que viven sobre la calle 45, entre la avenida 122 y las vías del tren, se comunicaron con EL DÍA para contar la preocupante situación que están atravesando hace años: aseguran que los terrenos que son del ferrocarril se convirtieron en “tierra de nadie” y que diariamente personas que se asentaron en el lugar intentan cruzar para el sector de las viviendas.
En torno a la toma de Los Hornos empezaron a desvalijar viviendas cercanas, denuncian
“La calle 45 es una calle cortada que por un lado está 122 y al fondo hay una pared de perfiles de hierro y, detrás de la misma, está lo que antes era La Plata Carga. Entre esa pared y el Hipódromo hay dos o tres cuadras, y eso tiene un largo que va desde 41 hasta 52. En esa extensión, en donde antes había vigilancia del ferrocarril, comenzaron a aparecer a asentamientos llegando a 52. También del lado 41 y sobre el lado del Hipódromo”, contó un vecino que vive en la zona.
“En esa zona muy extensa hay una ambiente de guerra. Hay grupos de personas que se pelean, desarman vagones para sacar metales y hay gente que quiere pasar para este lado. Los que están en esa frontera contra las vías son los que más sufren. Han puesto chapas y de todo. En la cuadra hay vigilancia vecinal”, prosiguió.
“Estamos desesperados. A mí por ejemplo, una piedra impactó contra mi auto cuando estaba pegando la vuelta en la cuadra. La situación es muy complicada. Esas tierras parecen que son de Nación, entonces la Policía no se mete. Tenemos denuncias hechas en la Fiscalía”, precisó Enrique, quien es jubilado y vive junto a su esposa.
Antes fue el Club Romerense; ahora le tocó a la Sociedad de Fomento de La Cumbre
Los vecinos se comunican a través de un grupo de WhatsApp y están analizando diferentes medidas a tomar para intentar contener la situación y ante la falta de respuestas de las autoridades. “Tengo ataques de pánico mi perras ya esta loca de ladrar y todos los días hay un evento nuevo. Hasta prendieron fuego los trenes. Los desarman día a día ya no le quedan piezas por sacar vivir así es aterrador”, fue el relato de otro de los vecinos de la cuadra.
Según precisaron, la situación “se puso peor hace cinco años” y todos señalan que están “desesperados” porque tienen miedo de que pueda ocurrir alguna tragedia, ya que, según señalan, la violencia que se ve en la zona “va en aumento”.
NUEVAS DINÁMICAS
Abogados que se especializan en el tema usurpaciones han hablado de un cambio en la dinámica de este delito en la Región: en la actualidad, se ha focalizado cada vez más en predios rurales grandes, de 4 o 5 hectáreas.
En la modalidad, las ocupaciones, dos modalidades predominantes. La espontánea, hecha por gente de asentamientos cercanos y con escaso grado de organización. Y la más frecuente últimamente, donde aparecen grupos organizados y dotados de una logística que incluye camionetas todo terreno, que lotean y ponen en venta las parcelas a través de Internet a precios muy por debajo de los del mercado.
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