Con sillas y mesas al aire libre, la gastronomía ya se mueve a otro ritmo en plena pandemia

El fenómeno, que empezó a darse semanas atrás, se acentuó con la puesta en marcha oficial de una prueba piloto

Edición Impresa

Si bien la modalidad ganó terreno en las últimas semanas, cuando empezaron a verse en los sectores céntricos de la Ciudad sillas y mesas con comensales frente a los bares y restaurantes, recién el viernes último el Municipio admitió que se le había dado luz verde -a modo de prueba piloto- al denominado “take away plus”. O sea, la atención al público con permanencia en el lugar pero eso sí, al aire libre.

Y la modalidad tuvo ayer su primer “ensayo”, al menos desde que el propio intendente Julio Garro anunciara que los locales gastronómicos podrán adoptar la propuesta bajo estrictos protocolos.

A juzgar por lo que se vio en las calles céntricas, en el fin de semana del debut (oficial) del “take away plus”, la gente decidió aprovechar la ocasión para salir a tomar algo en plena pandemia. Es que a pesar de que el clima no fue del todo ideal, con lluvias durante buena parte de la jornada, en distintos horarios se pudo ver comensales ocupando las sillas y mesas dispuestas en las veredas de los principales corredores gastronómicos, en especial diagonal 74 entre las plazas Italia y Moreno.

Durante la tarde se vio bastante gente que salió a tomar café o algún refresco, pero sobre todo al anochecer fue cuando los frentes de los locales del rubro comenzaron a poblarse de clientes. Anoche se podía ver que muchos locales del Centro estaban repletos de gente.

La atención al aire libre era una de las medidas que el sector gastronómico venía reclamando, después de más de seis meses en los que tuvo vedada la posibilidad del consumo con permanencia en el lugar. La consecuencia fue que durante la pandemia cerraron numerosos locales, incluso algunos muy tradicionales para la Ciudad. Ayer nomás, por caso, se conoció la noticia del cierre de una conocida heladería y cafetería de calle 12 (ver página 17).

Los comerciantes del rubro, claro está, esperan que el “take away plus” les traía cierto alivio a la asfixia económica que están soportando.

Todavía es muy pronto para evaluar los resultados, pero se puede tener como referencia un informe difundido días atrás por la Federación de Comercio e Industria (Fecoba) que señalaba que en la primera semana de habilitación de mesas al aire libre en bares y restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires, la facturación promedio del sector gastronómico se elevó hasta un 45%, según un relevamiento conjunto realizado con el movimiento “No más sillas al revés”.

Desde la entidad señalaban por entonces que “es muy importante dar señales de previsibilidad y que al sector gastronómico le permita sacar la cabeza del agua para poder respirar después de tantos meses de inactividad”.

“Nos juntamos con los referentes del sector y acordamos implementar –con muchísimo cuidado- una prueba piloto para ver cómo funcionaba”, había dicho Garro al anunciar la habilitación de esta modalidad.

Y justificó la medida al advertir sobre la necesidad de “reconocer la situación desesperante que atraviesa el sector”.

“Confiamos -agregó- que, si nos aferramos a la responsabilidad individual y hacemos de ésta algo inquebrantable, la convivencia con el virus es posible”.

Vale remarcar que, en el marco de las restricciones para prevenir contagios de Covid-19, lo que no está habilitado por el momento es la atención de los comensales adentro de los locales gastronómicos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE