A 80 años de la Batalla de Inglaterra, el triunfo de “unos pocos” sobre los nazis

Un día como hoy, en 1940, empezaba la campaña Blitz (relámpago en alemán), con bombardeos día y noche sobre Londres durante 57 jornadas

Edición Impresa

El 7 de septiembre de 1940 fue una fecha clave dentro de lo que se conoce como la Batalla de Inglaterra, uno de los enfrentamientos más decisivos de la II Guerra Mundial, cuando un puñado de pilotos de la Royal Air Force (RAF) luchó en los cielos del sur de Inglaterra para derrotar a los poderosos escuadrones de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) y frustrar los planes de invasión de Adolf Hitler.

Un día como hoy, hace ya ocho décadas, el ejército nazi iniciaba una campaña de bombardeo sistemático contra Gran Bretaña conocida como Blitz (relámpago), que duraría hasta mayo de 1941. Esa campaña no solo buscaba neutralizar la RAF, sino que también pretendía desmoralizar a la población civil, arruinar la fabricación de aviones enemigos y forzar así al gobierno liderado por Winston Churchill a negociar un desenlace del conflicto.

La serie de ataques se cobró miles de vidas, siendo quizás su episodio más terrible el ocurrido en Londres el 29 de diciembre de 1940, cuando en apenas unas pocas horas se lanzaron cerca de 100.000 bombas que provocaron una colosal tormenta de fuego en la ciudad.

En la campaña Blitz, los nazis bombardearon Londres durante 57 noches consecutivas. A fines de mayo de 1941, más de 43.000 civiles, la mitad de ellos en Londres, habían fallecido por los bombardeos y más de un millón de casas quedaron destruidas o dañadas solo en la capital inglesa.

Londres no fue la única ciudad en soportar los bombardeos de la aviación alemana durante el Blitz. Otros importantes centros militares e industriales sufrieron intensos ataques aéreos con un gran número de víctimas, entre ellas Liverpool, Hull (la más bombardeada después de Londres) y Manchester.

LA GESTACIÓN

Para poner en contexto, luego de la Batalla de Francia comenzó la increíble batalla de Inglaterra en julio de 1940. Hasta septiembre, el Luftwaffe atacó frontalmente a la Royal Air force, bombardeando los campos de aviación militares para destruir la capacidad de combate y ganar superioridad aérea como anticipo a una eventual invasión.

Los ataques simultáneos sobre la industria aeronáutica buscaban evitar que los británicos pudieran reemplazar las pérdidas, pero no tuvieron éxito. Los cambios tecnológicos introducidos por Lord Beaverbrook (por entonces ministro de Producción Aeronáutica de Gran Bretaña) intensificaron de modo notable la eficiencia en la producción de nuevos cazas, con incorporación de radares. El reemplazo de máquinas averiadas o destruidas se hacía a un ritmo tres veces superior al que la inteligencia alemana estimaba.

A fines de agosto de 1940, antes de la fecha que se asocia habitualmente con el comienzo del Blitz, el Luftwaffe aumentó los bombardeos nocturnos y, aunque la población tenía mucho miedo, la terrible experiencia les infundió más determinación para vencer a los nazis.

LA FURIA DE HITLER

El 24 de agosto, durante una incursión, aviones alemanes pasaron sobre Londres y lanzaron bombas en la parte este y noroeste de la ciudad. Como represalia, la noche siguiente los británicos bombardearon barrios de Berlín, con un saldo de 10 muertos. Se afirma que eso desató la furia de Hitler, y el 5 de septiembre ordenó atacar a la población civil y a las defensas aéreas de las principales ciudades británicas, incluida Londres, tanto de día como de noche.

El primer blanco atacado fue el Puerto de Londres, que resultó con daños graves. A última hora de la tarde del 7 de septiembre, 364 bombarderos atacaron escoltados por 515 aviones de combate. Otros 133 bombarderos atacaron durante la noche. Muchas de las bombas dirigidas a los muelles cayeron en zonas residenciales vecinas, matando a 436 londinenses e hiriendo a 1.666.

Los cañones antiaéreos que tenían reflectores de baja potencia fueron ineficaces contra los aviones alemanes que superaban altitudes de más de 3.600 metros.

Sin embargo, las fuerzas británicas se reorganizaron y no se dieron por vencidas. El último ataque importante a Londres fue el 10 de mayo de 1941: más de 500 bombarderos destruyeron o dañaron muchos edificios importantes, incluyendo el British Museum y las Casas del Parlamento.

EL CORAJE DE LOS CIVILES

Los civiles de Londres jugaron un rol clave para proteger su ciudad. Muchos de ellos, sin preparación militar, entraron a servir en la Guardia Nacional, en el Servicio de Bomberos Auxiliares o en muchas otras organizaciones.

El Blitz de Londres no solo pasaría a la historia como la más increíble batalla aérea de todos los tiempos, tantas veces eternizada en el cine, sino también como uno de los hechos más crueles del nazismo en la II Guerra. Pero también se transformaría en el primer obstáculo serio con que tropezó Hitler en el que pronto sería su rumbo hacia la derrota final.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE