Resistencia de los gobernadores y un decreto que solo recomendó medidas

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La resistencia de gobernadores peronistas y opositores a un toque de queda nacional modificó los planes de Alberto Fernández sobre las medidas para intentar frenar la segunda ola de coronavirus, y el presidente terminó firmando un decreto publicado ayer que dejó en manos de las provincias la adopción de medidas y solo “recomendó” limitar la circulación.

El rechazo estuvo encabezado por los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti; de Mendoza, Rodolfo Suárez, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que avisaron que no estaban de acuerdo ni iban a acatar un “toque nocturno” entre las 23 y las 6 de la mañana, como había sugerido Fernández.

Finalmente, el decreto que se publicó ayer en el Boletín Oficial alerta que “existe alto riesgo sanitario y condiciones epidemiológicas” por coronavirus que “ameritan” por parte de los gobernadores “adoptar medidas de limitación de la circulación”, cuando se cumplan parámetros sanitarios, precisados en la norma.

Se trata de una versión “light” de la que había hecho circular el Gobierno con el “toque de queda sanitario”: la circulación será libre, aunque las jurisdicciones impulsarán el cierre de los locales gastronómicos entre las 23 y las 0 horas.

No obstante, al presentar el decreto, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró que el decreto no tiene “recomendaciones lavadas” sino que, en caso de que las nuevas pautas indiquen que existe riesgo epidemiológico, “los gobernadores deberán tomar las medidas”, de acuerdo a las características de sus territorios. En ese sentido, la norma señala que el Ministerio de Salud de la Nación “articulará con las autoridades sanitarias” locales para “colaborar con los indicadores” establecidos.

 

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