Crimen en 86 y 27: dejan en la casa a los pibes acusados

La fiscal había pedido una medida de seguridad para los sospechosos de matar a Arístides Perussatto. Tienen 15 años. No le hicieron lugar

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La fiscal Ana María Rubio, quien al final asumió la investigación por el crimen de Arístides Perussatto (22) en Altos de San Lorenzo, pidió una medida de seguridad para los dos menores de 15 años acusados de participar en la agresión fatal a trompadas, patadas y botellazos. Creía tener pruebas suficientes para que los trasladen a un instituto cerrado y así al menos restringir su libertad ambulatoria. A sabiendas de que son inimputables por su edad, la violencia de la conducta que habrían desplegado bien valía un abordaje desde ese ámbito. Con ambos encerrados y sin riesgos para sí o para terceros.

Sin embargo, la jueza María José Lescano consideró “prematuro” ese planteo y no hizo lugar a la derivación al centro de recepción solicitada. Así los dos adolescentes continúan en su casa y la familia de la víctima reclamando justicia.

Quienes conocieron a Perussatto coinciden en resaltar que “él era una persona muy buena” que “no tenía problemas con nadie”. El joven trabajaba “todos los días y si tenía que ayudar a quien lo necesitaba, lo hacía sin pensarlo”, contó una amiga. Y agregó: “No era de buscar problemas con nadie, fue muy injusto lo que le pasó. Tenía toda una vida por delante y dejó un dolor inmenso en todas las personas que lo conocían”.

Fuentes de tribunales indicaron que la postura de la fiscalía será insistir con la petición, ya que creen que los adolescentes en la calle representan un peligro. Pero también reconocieron que se deberá reforzar las pruebas reunidas en el expediente, con más testimonios y otros indicios sobre los por qué de la cautelar requerida.

 

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