Macri: “El final de esta época oscura está cerca”
Edición Impresa | 13 de Octubre de 2021 | 04:19

Fue casi un acto reflejo. Poco después de que el dibujante Nik denunciara haber sufrido una “amenaza velada” por parte de Aníbal Fernández a través de Twitter, los principales referentes de Juntos por el Cambio salieron a exigir la renuncia del ministro de Seguridad de la Nación. Y ayer fue el propio Mauricio Macri el que, también por la red social del pajarito, escribió un extenso hilo de mensajes que coronó con el título: “Todos somos Nik”.
“No salgo de mi asombro”, introdujo el expresidente, para después contar: “Aníbal Fernández amenazó a Nik por criticar desde un tuit la entrega de heladeras, garrafas y viajes de egresados con fines electorales”. Luego, criticó la actitud del funcionario, que “en respuesta a ese tuit identificó públicamente la escuela a la que asisten las hijas de Nik, buscando no solo amedrentar al autor y a su hijas, sino al mismo tiempo a cualquier otro ciudadano que se atreva a criticar al gobierno”.
No obstante, Macri celebró que “esta vez el miedo no triunfó” porque “ciudadanos y organizaciones repudiaron de inmediato al ministro”.
Para el exjefe de Estado, “la cultura del poder intimidador que representan el ministro Aníbal Fernández, el gobierno nacional y el kirchnerismo, ha perdido su poder, está terminada”.
Sobre el final de su publicación, Macri pidió “que la Justicia actúe” y, después de considerar que “el final de esta época oscura está cerca”, le envió un abrazo a Nik y a su familia.
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue otro de los dirigentes opositores que se solidarizaron con el historietista, al sostener desde su cuenta de Twitter que “lo que hizo Aníbal Fernández con Nik es una acción intimidatoria que no podemos dejar pasar” y advirtió sobre la “barbaridad” de “que un funcionario exponga a los hijos de una persona y saque sus datos a la luz como represalia porque recibió críticas de su parte”.
El auditor General de la Nación y excandidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, también se encargó de condenar los dichos de Fernández: “El Ministro de Seguridad tiene que pedir disculpas y rogar que lo perdonen. Es muy grave meterse con los chicos y decir la escuela”, advirtió y que “el Presidente debería hacer algún comentario y garantizar la seguridad para la familia de Nik”.
Además ayer, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) calificó como “preocupantes”, “amenazantes” e “indimidatorias” las declaraciones del ministro de Seguridad, al exigir la “necesidad de una disculpa” y expresar su acompañamiento a Nik.
Esa solidaridad fue compartida por referentes del mundo empresarial, como el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, y Luis Miguel Etchevere -ministro de Agroindustria en la era Macri-. Etchevere, por caso, alertó sobre un “gravísimo ataque a la libertad de expresión” y que lo de Fernández “mete miedo”.
Dentro del mundo del espectáculo, el director y guionista Juan José Campanella -un crítico acérrimo del kirchnerismo-analizó desde su Twitter como una “tremenda encerrona la que le generó al presidente el pedazo de volumen político de Aníbal Fernandez. Si no lo echa, es game over para el Frente de Todos. Si lo echa, es admisión de fracaso” y remató en tono irónico: “Argentina, una nación divertida”.
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