“Acumular riqueza es un peligro para la sociedad”, dice la viuda de Steve Jobs

La filántropa Laurene Powell Jobs, dueña de una fortuna de más de 22.000 millones, ha comentado que no quiere que sus hijos la hereden

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Laurene Powell Jobs está entre las 100 personas más ricas del planeta y el valor actual de su fortuna supera los 22.000 millones de dólares, según la agencia Bloomberg.

Tras la muerte hace una década de Steve Jobs, con quien estuvo casada durante 20 años, comenzó a supervisar su patrimonio, incluidas participaciones en Apple y Walt Disney Company.

Powell Jobs destina sus recursos y esfuerzos a su actividad inversora y filántropa y considera la acumulación de riqueza un peligro para la sociedad. De hecho, ha comentado que su intención es que sus hijos no hereden su fortuna.

Powell Jobs, que ocupa el número 71 en la lista de multimillonarios de Bloomberg, índice en el que la publicación enumera las 500 personas más ricas del mundo, nació y se crió en West Milford, Nueva Jersey, en EE UU, en 1963. La revista Forbes la sitúa un poco más abajo en su lista de magnates, en el puesto 95.

Su madre era profesora y su padre, un piloto del Cuerpo de Marines de EE UU que murió en una colisión aérea cuando ella tenía tres años, según contó a Vogue en 2016.

“El otro piloto se pudo expulsar y él no”, dijo. “Es difícil cuando la gente muere, pero hay algo añadido cuando lo hacen de repente”, aseguró. “Recuerdo haber pensado que hay que aprovechar las cosas. Me sentí muy afortunada sabiéndolo”, añadió en esa entrevista.

UN ENCUENTRO CASUAL

En la Universidad de Pensilvania estudió Ciencias Políticas y Economía. Tras graduarse en ambas disciplinas trabajó en las compañías Merrill Lynch y Goldman Sachs. Después, le puso un freno a su carrera profesional para cursar un máster en la Escuela de Negocios de la prestigiosa Universidad de Standford, en California.

En 1989, conoció allí al que después fue su marido, Steve Jobs, ocho años mayor que ella, cuando daba una conferencia.

Ella y un amigo fueron al evento, pero llegaron tarde y los asientos estaban ocupados; se sentaron en el pasillo, pero les dijeron que tenían que levantarse y, entonces, ocuparon unos asientos en la primera fila. Resultó que el de Laurene Powell estaba al lado del de Steve Jobs.

Ocupa el número 71 entre las 500 personas más ricas del mundo, según Bloomberg

“Miré a mi derecha y me encontré con una chica muy linda, así que empezamos a hablar mientras yo esperaba a que me presentaran”, dijo el cofundador de Apple, según escribió Walter Isaacson en la biografía “Steve Jobs”. Aquella noche cenaron en un restaurante vegetariano en Palo Alto. “Estuvimos juntos desde entonces”, dijo él.

En marzo de 1991, se casaron en Yosemite. Ese mismo año, nació Reed Paul, el primer hijo del matrimonio, el segundo para el cofundador de Apple, cuya primogénita, a la que tardó tiempo en reconocer como tal, Lisa Brennan-Jobs, tenía trece años en aquel momento. La pareja tuvo dos hijas posteriormente, Erin y Eve.

NO AL MATRIARCADO

A principios de los noventa, Powell Jobs puso en marcha una compañía de comida vegetariana llamada Terravera junto a un socio. Tras tener a su segunda hija quiso centrarse en la otra faceta en la que había estado desarrollándose, la de tutora. En 1997 fundó College Track, una ONG para apoyar y facilitar el acceso a la educación de alumnos con pocos recursos, con diversos centros en diferentes estados del país.

Siete años después, Powell Jobs creó Emerson Collective, una corporación centrada en asuntos sociales. Según aparece en su página web, Emerson Collective despliega un gran abanico de herramientas para crear un cambio sistemático en educación, migración, clima e investigación y tratamiento del cáncer.

Entre las herramientas que utilizan hay inversiones en empresas emergentes o programas de becas.

PELEA CON TRUMP

Powell Jobs es abiertamente demócrata. En 2016 apoyó la campaña de Hillary Clinton para las presidenciales de ese mismo año, que acabó ganando el magnate y hoy expresidente Donald Trump.

En 2020, Trump arremetió contra ella en Twitter, después de que The Atlantic, revista de la que es la mayor accionista, escribiese que había llamado perdedores y tontos a soldados estadounidenses muertos en la I Guerra Mundial.

Para Powell Jobs el dinero constituye una herramienta para ser autosuficiente, pero no define ni es parte de su ser como persona.

Y aunque ella y sus hijos disfrutan de una vida más que acomodada, con ciertos lujos al alcance de muy pocos, no está interesada en ser la matriarca de una dinastía de millonarios.

En 1989 conoció a su esposo, cuando él fue a dar una conferencia en Standford

“No es correcto que las personas acumulen una enorme cantidad de riqueza equivalente a millones y millones de otras personas juntas”, dijo a The New York Times el año pasado.

“Heredé mi fortuna de mi marido, al que no le importaba la acumulación de riqueza”, afirmó.

También aseguró que llevaba a cabo esta labor para honrar su trabajo y que ha dedicado su vida a hacer todo lo posible para distribuirla de manera efectiva, de forma tal que ayude a crecer y progresar a individuos y comunidades.

“No me interesan los edificios patrimoniales heredados y mis hijos lo saben perfectamente. Steve no estaba interesado en eso. Si vivo lo suficiente, esto (en referencia a la situación de hacer uso de un multimillonario patrimonio heredado) termina conmigo”, aseguró al mismo medio. (EFE)

 

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