Advertencias médicas por la gran cantidad de chicos que sufren quemaduras

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Un informe reciente aportó datos alarmantes acerca de la gran proporción de chicos que sufren quemaduras, ya sea por derrames de líquidos calientes y otros accidentes domésticos, la mayoría de ellos ocurridos en la cocina, al punto de que la mitad de las 200 mil víctimas por año en nuestro país por este tipo de episodios son menores de poca edad, según alertó la fundación Benaim en un intento por generar una mayor conciencia sobre este riesgo al conmemorarse ayer el día latinoamericano para su prevención.

“Las quemaduras más frecuentes en niños son producidas por superficies y líquidos calientes: plancha, tapa del horno, asaderas calientes, electricidad, pavas y ollas con líquidos hirvientes, así como también infusiones como el mate, el té y el café”, detalló el informe de la Fundación, que desde hace cuarenta años se dedica a la asistencia, investigación y la concientización de la prevención de quemaduras.

Para prevenir este tipo de lesiones en los niños, los especialistas recomiendan “evitar derrames de sustancias calientes, no cocinar, beber o llevar bebidas o alimentos calientes mientras se tiene a un niño a upa, mantener líquidos y alimentos calientes lejos de los bordes de mesas y mesadas, no usar manteles que los niños pequeños puedan tironear, bloquear el acceso a estufas o cocinas mientras están en uso, mantener elementos que generan calor (planchas de la ropa o el pelo, por ejemplo), fósforos y encendedores fuera del alcance de los niños, cubrir tomacorrientes y prestar atención al manipular combustibles, líquidos inflamables y alcohol”.

Además, a medida que se acercan los meses de calor, deben agregarse las quemaduras producidas por la exposición a los rayos solares sin protección, y llegados a fin de año, las ocasionadas por el mal uso de pirotecnia.

Con respecto a cómo manejarse frente a una eventual quemadura de gravedad, desde la Fundación recomiendan aplicar solamente agua fría o hielo (envolviéndolo en una gasa), proteger la zona con una gasa para evitar infecciones, no aplicar otros productos como manzana, margarina, manteca, aceite, tomate, dentífrico y ungüentos; si se formaran ampollas, nunca reventarlas; y consultar en forma inmediata a un profesional.

Cabría recordar que existe desde hace tiempo un manual elaborado por la Sociedad Argentina de Pediatría, destinado a identificar los posibles tipos de accidentes domésticos y a concientizar a los adultos acerca de los peligros existentes y la mejor forma de prevenirlos.

En este contexto, aquí se ha instado reiteradamente a que la escuela incorpore, desde los jardines de infantes, actividades y ejercicios dirigidos a que los niños internalicen conductas de cautela y precaución frente a cada uno de los peligros de la vida cotidiana.

Estas medidas, sumadas a campañas intensivas que incluyan la sugerencia de adoptar precauciones mínimas y, eventualmente, la forma de enfrentar y superar emergencias, sin duda contribuiría a reducir sustancialmente la posibilidad de que se presenten estos peligrosos y muchas veces trágicos accidentes, en el lugar en donde la gente se siente más segura y, por eso mismo, suele encontrarse más desprotegida.

 

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