VIDEO. Tras el escándalo en París, la China dejó España y volvió a Argentina

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“A la mierda la normalidad, quiero magia”. Con ese contundente posteo, la China Suárez le dio la “bienvenida” a Argentina, un país que le dio para que tenga y guarde en las dos últimas semanas cuando su nombre quedó involucrado en un escándalo internacional. Porque, mientras estaba radicada en España, la batahola se armaba en París, donde Wanda Nara descubrió que su marido, Mauro Icardi, mantenía fogosos chats con la actriz, y ardió Troya. La historia es conocida.

La novedad ahora es que la ex pareja de Benjamín Vicuña arribó ayer al aeropuerto de Ezeiza tras pasar dos meses instalada en Madrid, en donde cumplía su sueño de actuar en el viejo continente. Junto a sus tres hijos (Rufina, Magnolia y Amancio) y su madre, la ex “Casi Ángeles” montó un operativo que no le funcionó porque si bien intentó esquivar a la prensa que la aguardaba ansiosa, tratando de salir por una puerta poco transitada, efectivos policiales se lo negaron y la China, como todos los simples mortales, tuvo por la puerta principal.

A cara de perro, sin emitir una palabra, apenas un irónico “qué calor está haciendo”, caminó con molestia hasta una camioneta, acompañada por amigas que fueron a hacerle el aguante para subir las ¡10 valijas! que se trajo de vuelta, además de sus tres criaturas.

Sin hacer mención al escándalo, Suárez regresó a un país que pareció darle la espalda entre memes y comentarios que la convirtieron en la villana de la historia que más entretuvo a los argentinos en los últimos tiempos.

 

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