Vanesa González es la primera en ocupar el cargo de Subjefa de Vigilancia en la Cárcel de Magdalena
| 12 de Noviembre de 2021 | 13:00

Vanesa González es la primera mujer en ocupar el cargo de Subjefa de Vigilancia, un lugar históricamente desarrollado por hombres en la cárcel Nº28 de Magdalena. Con un recorrido en el Servicio Penitenciario de trece años, recibe al diario El Día para contar cómo vive este momento de su vida.
Vanesa González llegó al Servicio Penitenciario Bonaerense por esas cosas del destino, cuando fue a acompañar una amiga a anotarse. Allí decidió rendir y finalmente quedó seleccionada. Tanto le entusiasmó la idea que dejó su trabajo como enfermera en el Hospital San Martín para dedicarse de lleno a su nueva profesión.
A lo largo de su carrera en el SPB pasó por las cárceles Nº33 de Los Hornos, Nº18 de Gorina y Nº 24 de Florencio Varela, la última antes de ser ascendida y trasladada a Magdalena. Si tiene que pensar en cómo fue su recorrido para llegar a donde está hoy, lo único que se le cruza por la cabeza es su manera de manejarse allí: “Soy muy responsable y cumplo lo que me pongo como objetivo. Creo que me eligieron por mi carácter y la forma de trabajar que tengo”. Más allá de su esfuerzo personal, no se olvida de su amigo Álvaro Quintilli, Alcaide Mayor y Jefe de Penal, que fue quien la propuso para ocupar ese cargo y “mi mentor”.
Cuando se enteró que había sido elegida para ocupar un cargo tan importante en la Unidad carcelaria de máxima seguridad Nº28 de Magdalena, estaba trabajando en la Unidad Nº24. “Álvaro me contó. Me dio mucha emoción porque es una función muy importante, nunca lo ocupó una mujer. Después de hablarlo con mi marido, fue un sí automático. Fue increíble para mí y desde acá, el techo lo dirá el destino”, comentó Vanesa González.
“Elijo mi profesión todos los días. Me gusta lo que hago”
Las cuestiones de género no quedan exentas en un ámbito donde la mayoría son hombres. Sin embargo, ella no se achica frente a nada y siempre se manejó igual desde sus comienzos. “Si bien es un poco chocante dar órdenes o recibirlas, tengo muy buena relación con todos mis compañeros”, aseguró. A nivel general, en su extenso recorrido, comentó: “Siempre hay algún varón que le molesta la conducción femenina o menosprecia pero es algo en general, no en puntual. A mi no me importa, yo sigo adelante y no voy a cambiar”.
Vanesa González infla el pecho al hablar de sus compañeros actuales: “Funcionamos como un bloque. Yo acá siento que tengo un gran equipo. No me voy a dar vueltas y estar sola porque así no se llega a ningún lado”. Hace poco superó otro obstáculo: quedar a cargo de todo durante las vacaciones del Jefe de Penal: “Fue fantástico porque siempre me sentí capacitada”.
En un futuro no descarta poder contar su experiencia de alguna forma, para las generaciones siguientes. Ya sea desde charlas o capacitaciones para sacar dudas, está al pie del cañón.
La pandemia no la tomó en las mejores situaciones personales. A los 35 años y con los miedos de una madre primeriza, de un bebé de menos de un mes, tuvo que hacerle frente al trabajo presencial: “Tuve mucho miedo por mi bebé. Vivía con alcohol en gel, triple barbijo y una máscara”.
El momento más difícil
Uno de los momentos más difíciles que le tocó pasar fue en su paso por la cárcel de Olmos, cuando estaba a cargo de la visita intercarcelaria. En medio de una disputa quedó como rehén y pudo salir gracias a una pareja de presos que la ayudó: “Se me vino la vida entera a la cabeza”. Pese a todo, sabe que cuenta con un respaldo que siempre la apoyó.
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