Hipótesis, peritajes y danza de nombres en una causa compleja

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En medio de una seguidilla de crímenes que en la última semana sacudió a La Plata, el de Gonzalo “Pipi” Alonso tuvo particular impacto por la historia de su familia. El padre del Pipi, Omar, es el famoso Hache, que detentó el poder de la tribuna de Estudiantes durante años.

Gonzalo fue asesinado el domingo cuando acudió a 143 entre 78 y 79 para acompañar a un amigo que supuestamente le pidió un favor -algunos hablan de recuperar un terreno otros de correr un contenedor- pero al llegar se encontraron con el escenario de una “emboscada”, cuentan los testigos.

Hubo una discusión y una ráfaga de disparos contra el Pipi y su amigo que terminaron con la vida de Gonzalo, de 29 años y padre de dos hijas.

Cercano a la facción de Los Leales, que tiene hoy la popular Pincharrata con Ivan Tobar de la UOCRA a la cabeza, Pipi Alonso fue despedido en redes sociales y en el velatorio por personajes famosos del club y del deporte, incluido el propio Juan Sebastián Verón.

De hecho, Pipi fue empleado del club en el área del estadio de 1 y 57 y Verón compartió inferiores con el Hache, en una camada que incluyó a Martín Palermo.

¿Qué se sabe de los autores, más allá de lo que contaron los testigos?

Que el disparador del ataque tendría relación directa con un pedazo de tierra o una casilla dentro de esas 150 hectáreas que están tomadas desde hace 21 meses por más de 3.000 familias. Y no son pocos los que creen que los responsables pertenecen a una banda que quiere tomar control absoluto de la megatoma. El dato más firme en la investigación que encabeza la fiscal Betina Lacki surgió de testigos

que declararon que los atacantes se movilizaban en, por lo menos, dos autos, que quedaron filmados.

 

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