Con resultados positivos, Pipo Gorosito va dándole forma a un nuevo Lobo

Tras la victoria en la Bombonera, el equipo depende de sí para pelear por un cupo en la Sudamericana. Halló seguridad defensiva y aún con poco gol se acomoda en las tablas

Edición Impresa

Por FACUNDO ACHÉ

deportes@eldia.com

La película hoy exitosa de Néstor Gorosito en Gimnasia tiene una precuela. Hace un par de meses, cuando la salida de la dupla Martini-Messera era un hecho, no eran pocos los hinchas triperos que estaban más cerca de Sergio Rondina que de Pipo a la hora de elegir quien encauzara un barco que no había naufragado pero que traía la enorme desilusión de la eliminación de la Copa Argentina.

“Hay que sacar puntos para el promedio”, era el pensamiento generalizado –y lógico, por cierto- de hinchas que empezaban a estar pendientes otra vez de resultados ajenos casi a la par de los propios. Sin embargo, el elegido fue Gorosito y el inicio no pudo ser peor: Godoy Cruz lo goleó en una actuación que parecía más de fin de ciclo que de ilusiones reverdecidas.

Sin embargo, apenas un par de meses después, el panorama es absolutamente diferente del que pintó aquel partido nefasto en Mendoza. El equipo ha tenido cambios paulatinos, muchos de los cuales generaron murmullos en la opinión pública. ¿Sale Mancilla? ¿Por qué Coronel por Guiffrey? ¿Rompe el tándem Cecchini-Insaurralde? ¿Por qué no juega Licht en Boca si con Central Córdoba fue figura? Y esos cambios, hechos desde la convicción, el olfato y las “espaldas” para bancar las decisiones han ayudado a mejorar al equipo, a la vez de que el DT ha demostrado hacia adentro y hacia afuera que no se casa con nadie y que lleva al campo lo que piensa.

Gimnasia viene embalado en el torneo: ganó 5 de los últimos 8 encuentros

 

Y también demostró que cuando los cambios no funcionan, tampoco se casa con su idea inicial y vuelve a cambiar como lo hizo tras el debut.

Fiel a aquello de que “lo más difícil en el fútbol es jugar fácil” y cultor de los códigos, Néstor Gorosito es un técnico claro y simple. Entrenador de la vieja guardia sin que la clasificación sea peyorativa.

Todo lo contrario: lejos del marketing de las nuevas generaciones, no desprecia las innovaciones pero siempre va a creer en el olfato y sus 40 años de vestuarios. Por eso, más allá del trabajo de la semana (y la enorme confianza en sus colaboradores, Jorge Borelli y Gustavo Zapata), la práctica de fútbol formal es toda suya y siempre habrá lugar para corazonadas y lectura de juego más allá de lo que las estadísticas y análisis previos sugieran.

Más allá de que los años le han brindado cierto pragmatismo, Pipo quiere un equipo que vaya al frente y sea protagonista. Y para ello, sabe que los buenos jugadores (él fue uno de ellos) siempre deben estar dentro de la cancha.

Así, respaldó a Brahian Alemán mucho más allá de la cinta de capitán, lo hizo sentir importante para el equipo. Y al Pulga se lo ve feliz, con goles y crecimiento en el juego, claramente visible en las últimas fechas y especialmente en el primer tiempo ante Boca.

De la mano de su técnico, Gimnasia empieza a tener una nueva impronta. Gorosito tiene claro cómo debe jugar su equipo, más o menos vistoso, más o menos efectivo, siempre protagonista. El tiempo dirá si es apenas el inicio de una etapa fructífera, una base desde la que crecer para un Gimnasia mejor en 2022.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE