Gabriela Acher: “La risa es la verdadera fuente de la juventud”

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“Las generaciones de 70, 80, 90, son las nuevas generaciones, porque antes no existían”, se ríe Gabriela Acher, que dedica a ellos, y sobre todo, a ellas, su nuevo espectáculo. Basado en su libro homónimo, “¿Qué hace una chica como yo en una edad como ésta?”, se propone mostrarle al público “una especie de charla TED pero empapada de humor: como todo lo que hago, está pensada para que la gente se ría, en este caso, con el tema de la edad, que es un tema difícil: atravesamos un fantasma que nos angustia matándonos de la risa”.

Esta charla TED parte de “una teoría supuestamente científica: digo que las mujeres, gracias a que nos hemos reído mucho más que nuestras madres y abuelas, hemos logrado correr el almanaque 20 años para atrás. Los 60 son los nuevos 40: hemos conseguido estar jóvenes por muchísimo más tiempo”, explica la actriz, humorista y escritora uruguaya.

Y es de hecho por esa razón probada de forma “supuestamente científica” que Acher continúa con gran éxito en todos los escenarios en que se presenta: “La gente viene al teatro porque sabe que se va a ir mejor, con unos años más de vida”, dice.

Y más, claro, en este momento de pospandemia, donde esa necesidad de atravesar fantasmas matándolos de risa es mucho más poderosa. “La necesidad de la risa es más grande ahora que en ningún otro momento”, opina al respecto la actriz. “Cuando anuncié que iba a hacer el espectáculo, la respuesta unánime de la gente fue la misma: ‘Necesito reírme’. La risa es salud: esa es la propuesta del espectáculo, que la risa es la verdadera fuente de la juventud, tiene endorfinas que logran anestesiar el dolor de la existencia”.

Acher, que muestra la obra los domingos en el Paseo La Plaza de Buenos Aires, regresará a nuestra Ciudad esta noche desde las 20.30 en la sala de 4 entre 51 y 53 con otro trabajo unipersonal, como los que viene realizando en los últimos tiempos, algo que, dice, “es lo más gratificante que me ha tocado hacer: mi otro actor es el público, estoy conectada con ellos de una manera que nunca tuve antes, estamos todos unidos por la risa compartida al unísono. Y en la risa compartida, nos damos cuenta de nuestra mutua humanidad: es como una experiencia religiosa”.

LA PRIMERA FEMINISTA

Antes, claro, Acher trabajó con Tato Bores y con Gasalla, con Berugo y con Olmedo. “He desarrollado una carrera entera en el humor, nunca tuve que hacer otra cosa que no fuera humor, y absorbí y absorbí de los humoristas con los que he trabajado. Y a partir de todas esas experiencias fui desarrollando mi propio humor”, asegura la humorista.

Su marca de humor, claro, tiene un sello distintivo: “Fui la primer feminista de la televisión, no te quepa la menor duda”, afirma con orgullo. “Muy jugada, y muy adelantada a la época: el feminismo llegó acá 25 años después, yo creí que ya no lo iba a ver, sinceramente”

“Nadie hacía el feminismo que hacía yo con Tato, en el 89, el 90, llegué a hacer esa feminista que fabricaba machos en una bañera, una cosa muy revolucionaria”, recuerda. El trabajo le valió un Martín Fierro y entonces “Canal 13 me dio mi propio programa, ‘Hagamos el humor’, que lo escribí con Maitena, y era algo muy adelantado a su época. Demasiado, porque no tuve un novio nunca más”.

Pero ese ir al filo es la misión del humor, dice: “El humor tiene que romper algo, sin dudas. El humor, en un mundo perfecto, no existiría: existe porque existe el dolor, el humor es una forma de descomprimir. Entonces tiene que ser atrevido, disruptivo”.

 

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