“Siempre estaba rodeado de menores y solía tener sentado a alguno de ellos en su falda”

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En la causa aparecen varios testimonios que coinciden en resaltar ciertas costumbres de Gerardo Ponce, que configurarían -a criterio de la fiscal- su modus operandi o patrón de conducta. Una de esas testigos declaró que “le llamaba la atención que el denunciado se encontraba por lo general rodeado de muchos menores de edad -siendo frecuente tener sentado en su falda a alguno de ellos- tanto dentro como por fuera de su rol de entrenador dentro del club, llegando a tener una novia menor de edad cuando contaba con 30 años”, se lee en el pedido de detención al que accedió EL DIA.

“Refiere asimismo - sigue - que en las oportunidades que (el denunciante) quiso cambiar de club, lo que causaría dejar de ser dirigido por el sujeto de sexo masculino en cuestión, éste último se enojaba e intentaba convencer al denunciante de no hacerlo”.

Un compañero de los denunciantes, que fue alumno del imputado en el Club Juventud, puso el foco en “la relación de confianza generada por el imputado con los familiares de los niños menores en cuestión, que le permitía acceso a las viviendas de éstos y la creación de un vínculo por fuera de lo deportivo”. Declaró también que el técnico acusado “era muy cariñoso, de abrazar y besar muy cerca de la boca, llegando a

meterse en su baño cuando se duchaba y en una oportunidad (...) le puso su mano en la entrepierna”.

Ponce está acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal”.

 

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