Una catarata de denuncias pone al país segundo en Latinoamérica

Dos de cada cuatro casos de maltrato infantil se manifiestan a través de plataformas digitales, y en lo que va del año se registraron 6.000 denuncias por ciberacoso infantil en Argentina, lo que ubica al país en el segundo lugar de América Latina con más delitos de este tipo, según un estudio del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos, que funciona en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Los datos del informe muestran que los hechos de violencia “on line” se incrementaron casi en un 50% durante los últimos 18 meses como consecuencia de la pandemia.

La directora ejecutiva del Cipdh-Unesco, Fernanda Gil Lozano, señaló que “en lo que va del año ya se registraron alrededor de 6.000 denuncias por ciberacoso, con un promedio de 25 causas judiciales abiertas por día a lo largo y a lo ancho del país. Y si se tienen en cuenta las denuncias realizadas desde 2012, la cifra asciende a casi 30.000”.

Del informe de la Unesco, se destaca que el dispositivo más utilizado para este tipo de acoso son los smartphones, y que la aplicación preferida es WhatsApp, utilizada en el 74,3% de los casos, mientras que Instagram, Facebook, Twitter, Zoom y Telegram se reparten, en ese orden, el 25,7% restante.

El relevamiento también alertó que “el 90 % de las víctimas reconocen que el asedio se da de manera cotidiana, y que el hostigamiento, casi siempre, se perpetúa durante varios meses, al tiempo que el 60 % de los hechos no son denunciados en tiempo y forma por vergüenza o por falta de información.

Respecto a las medidas para prevenir la violencia en línea, la directora ejecutiva del Cipdh-Unesco expresó que “si bien es fundamental el rol de los padres para luchar contra estos delitos, también el sistema educativo tiene una misión fundamental ante esta problemática, con la obligación de abordar las cuestiones de seguridad en Internet, de ciudadanía digital y de utilización de tecnologías. Los colegios deben brindar a los niños, niñas y jóvenes las capacidades y conocimientos necesarios para identificar la violencia en línea y protegerse contra las diferentes formas en que puede presentarse, ya sea por parte de sus compañeros o de los adultos”.