El día que Mussolini le aconsejó a Franco que no ingresara en la II Guerra Mundial
Edición Impresa | 12 de Febrero de 2021 | 02:44

El dictador español Francisco Franco encontró “viejo y deprimido” a Benito Mussolini cuando el Duce le aconsejó que España no ingresara en la II Guerra Mundial, tal como exigía Adolf Hitler, durante un encuentro que mantuvieron hace 80 años, el 12 de febrero de 1941 en la localidad italiana de Bordighera.
Para el dictador español, Mussolini representaba “la mayor figura política del mundo”, según señaló el historiador británico Paul Preston en una nota de opinión del diario ABC de España.
Ambos, como dice el sociólogo británico Eric J. Hobsbawn en su libro Historia del Siglo XX, representaban junto a Hitler lo más encumbrado del fascismo internacional.
El fascismo, “en su forma italiana original y luego en la versión alemana del nacionalsocialismo, inspiró a otras fuerzas antiliberales”, dice Hobsbawn. “Los dictadores monárquicos, los burócratas y los oficiales de Europa oriental y Franco (en España) imitarán al fascismo”, afirma el historiador.
El encuentro entre Franco y Mussolini se realizó en la localidad italiana de Bordighera, en la provincia de Imperia, ubicada en el noroeste de Italia, tres meses y medio después de que Franco se hubiera reunido con Hitler en Hendaya, una comuna fronteriza francesa con España.
INTERESES
Ambos encuentros encarnaban el interés de las dos principales potencias del Eje para que España tomara parte en la Guerra Mundial, pero el dictador español optó por evitar un compromiso que, casi con certeza, habría consumado, por mucho tiempo, la ruina de un país ya desangrado por la Guerra Civil.
Franco, que desconfiaba de la seguridad de los aviones, viajó a Italia encontrarse con Mussolini por tren, cruzando la Francia pronazi de Vichy.
Preston, autor del libro “Franco: el gran manipulador”, dijo que la reunión entre los dos dictadores fue un encuentro “anodino”. No obstante, la prensa del régimen franquista describió el encuentro con palabras de adulación.
Benito Mussolini
“El contacto personal de los dos grandes jefes de los pueblos mediterráneos se desarrolló en términos de auténtica amistad. No es aventurado suponer que la más resuelta sinceridad habrá presidido las conversaciones de las personalidades reunidas”, señaló por entonces el ABC.
Pero, según Preston, después de los reveses militares sufridos por Italia en los Balcanes y en África del Norte, Franco “encontró a Mussolini deprimido y muy envejecido”.
Francisco Franco
De acuerdo con el historiador británico, esta situación debió influir en que el Duce, “con las defensas bajas, acabara alentando a Franco para que no entrara en la guerra del lado de Italia, Alemania y Japón, justo lo contrario del objetivo principal de aquel encuentro impulsado por Hitler”.
En Bordighera, Franco “no logró apoyo a sus reivindicaciones territoriales en el norte de África, pero al menos consiguió que el Duce mediara ante Hitler informándole sobre la desesperada situación económica de España”, señala en un artículo el periodista Manuel Florentín.
EN RUINAS
En aquellos años, España se encontraba en ruinas luego de la Guerra Civil que asoló a ese país entre 1936 y 1939. Cuando Alemania invadió Polonia en septiembre de ese último año, Franco declaró la “neutralidad” de España en la II Guerra Mundial.
Sin embargo, el caudillo español no podía abandonar a Hitler, quien lo había ayudado a vencer a los republicanos y a consolidar su poder en España.
Pero, luego de una oleada de victorias de la Alemania nazi, que ocupó varios países de Europa, entre ellos Francia, Franco cambió la posición de su país por la de “no beligerancia” en la contienda bélica.
Según Florentín, autor del libro “Guía de la Europa Negra”, las “progresivas derrotas del Eje llevaron a Franco a maniobrar hacia el bando aliado”, con el que sobrevivió en el poder durante 40 años hasta su muerte, el 20 de noviembre de 1975.
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