Eruca Sativa llega a La Plata: “El rock viene a desafiar al status quo, a mostrar las cosas desde otro lugar”
Edición Impresa | 10 de Marzo de 2021 | 01:00

Por PEDRO GARAY
“Es este el momento, con tal fuerza lo siento: seremos Primavera. Que no haya sido en vano el dolor… Creo que ya amanece el canto y atrás queda la noche de quien no tiene voz”, canta Eruca Sativa en “Creo”, canción de la que surge el nombre a su último disco, “Seremos Primavera”. Ese es el clima, combativo, de invitación a la lucha colectiva, que empapa todo el álbum, relata Lula Bertoldi, guitarra y voz del trío que define al disco como “la declaración de principios de Eruca Sativa, un manifiesto. Esto somos nosotros, hoy”.
Y eso es lo que presentan este sábado en nuestra ciudad, con un show doble (a las 19 y a las 22) en la sala de 58 entre 10 y 11: además de “algunas sorpresas”, tocarán entero el disco con el que el combo conformado por Bertoldi, Brenda Martin (bajo y voz) y Gabriel Pedernera (batería y voz) tenía “ganas de decir algo”.
Un manifiesto en medio de un mundo en llamas: “Siento que hay un diálogo entre el arte y la historia”, dice al respecto Bertoldi, en diálogo con EL DIA. “La historia imprime algo en el arte, y el arte también imprime algo en la historia, entre los dos hay una retroalimentación: uno puede contar lo que pasa, o predecir lo que pasa, o decir ‘esto tiene que suceder’, lanzar un deseo de lucha, de una revolución, plasmar la revolución en el arte, representar una revolución”.
Compuesto en 2019 a distancia, aún antes del COVID (“estábamos a mil con un montón de cosas, y decidimos ir haciendo el disco de esa forma: cada uno subió cosas a un Dropbox, íbamos armando ideas por separado y un día nos juntamos en el estudio a terminar de darle forma. Terminó siendo medio premonitorio”), “Seremos Primavera” es un disco “especial”, afirma Bertoldi, porque “tocamos una fibra que solo es posible tocar después de muchos años de banda”. Esa madurez de la banda no solo se refleja en la potencia y transparencia de la poesía, sino en la decisión, valiente, de perseguir el deseo y tomar nuevos y arriesgados caminos musicales, digan lo que digan los de afuera: para que “otras cosas salieran a la luz”, la banda decidió aumentar las atmósferas íntimas y “bajar el volumen un poco, bajar las distorsiones”, apartándose del sonido característico del trío.
“Fue un desafío: queríamos hacer un disco donde no fuéramos el Eruca que todos esperaban. Nos gusta jugar con eso, es no dar nada por sentado: ¿Eruca es distorsión, riffs, power trío? No. Y también es como sacarse una camisa de fuerza: nos miramos desde afuera y nos sacamos todo eso con lo que nos visten y nos mostramos de otra forma, a ver qué pasa”, lanza Bertoldi, y cuenta que “cuando estábamos arreglando el disco, eliminábamos todo lo que se parecía a Eruca. Fue muy divertido, terminó en algo diferente. Fue un experimento, a ver qué salía, y está bueno ver qué pasa con las canciones, con la gente, con uno”.
EL ROCK
Ahora, aunque se corrieron del sonido supuestamente rockero, Eruca recibió por “Seremos Primavera” el Gardel a mejor álbum de rock, el año pasado. ¿Qué es el rock, después de todo? Responde Lula: “El rock es un género que viene a desafiar al status quo, a mostrar las cosas desde otro lugar. Y lo que nosotros conocemos como rock nacional no son los riffs y las distorsiones: Charly en ‘Clics modernos’, ‘El amor después del amor’, no escuchás un riff, y para todos son rock nacional. Entonces, hay ahí una denominación de lo que es rock que siento que es sesgada: el rock no es distorsión al palo, es otra cosa, una filosofía de vida, una forma de ver la música. Y rock también es rebelarse y no hacer más rock”.
Las declaraciones de Bertoldi se dan en el marco de una discusión sobre la salud del rock. ¿Agoniza? Lula dice que antes de matarlo, mejor remover la estructura de ese universo rockero, de elementos conservadores, profundamente machista, que habita el trío desde hace más de una década. Y en eso andan, claro: el rock, como la sociedad, atraviesa un momento de movimientos sísmicos, aunque también de resistencias y resurgimiento de las derechas. “Seremos Primavera” aterrizó en ese ambiente, para lanzar una consigna de lucha y esperanza.
“Soy una persona positiva”, comenta al respecto Bertoldi, “pero además de ver la esperanza me gusta actuar para que suceda. Así es Eruca: nunca fue una banda de ‘todo es una mierda, todo es una mierda’, más bien es una banda de ‘todo es una mierda, vamos a cambiarlo’. Ese es el discurso de Eruca: al final pensamos que las cosas pueden ser diferentes, y que la reflexión nos lleva a cambiar. Así que tengo la esperanza de que las cosas cambien, y creo que el tiempo nos está dando la razón con nuestras luchas feministas: en poco tiempo, hemos conseguido que se produzcan leyes que mejoran la calidad de vida de las mujeres, y de las mujeres músicas también. Entonces, creo mucho en el movimiento: no en la industria, no en el rock, en las mujeres, creo que tenemos una fuerza mucho más grande de la que pensábamos que teníamos”.
UNA GIRA POSTERGADA
Eruca llegará a La Plata con esas banderas y con las canciones del disco lanzado hace ya más de un año, en 2019: la gira se postergó por la pandemia y eso, explica Bertoldi, “le dio una mística especial, muy particular, al disco: estuvo sonando en las casas de las personas pero no fue interpretado en vivo. Eso le dio algo muy particular, muy propio: no tuvo la suerte de escucharse en vivo, pero tuvo otra suerte: se vivió en las casas de las personas. Y al ser un disco tan íntimo, tuvo bastante que ver”.
Con ese trabajo, el más íntimo y personal del combo a la fecha, Eruca salió de la jaula apenas comenzaron a abrir los recintos para tocar: en febrero tocó en Mandarine Park, el puntapié inicial de la gira que trae al trío a La Plata.
“Volver de nuevo a tocar… es raro”, se ríe Bertoldi. “Tenés ciertas expectativas, pero llegás ahí y es todo distinto: se vive distinto, se siente distinto. Es hermoso, tiene su encanto, pero es diferente”.
Claro: la gente está sentada, en burbujas, otro nivel de agite que promueve un show casi teatral. Pero, dice la guitarrista, “tiene mucho que ver con el disco, el disco sale beneficiado de una presentación así, es un disco para escuchar de esa forma. Aunque, advierte, “cuando llega la otra parte, el repertorio viejo… las sillas vuelan por el aire, es más difícil esa parte. Pero bueno: es el formato que más se parece a la vieja normalidad”.
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