El PRO, a la caza de figuras mediáticas para achicar la brecha con el PJ en La Matanza

Poco menos de un millón de votos en juego y un gran enigma que la oposición no logra desentrañar. La Matanza, el distrito más populoso de la Provincia, se ha transformado en una pesadilla para Juntos por el Cambio que, a fuerza de sonoros traspiés en manos del peronismo, ahora estaría virando su estrategia en dirección a buscar por afuera de la política para al menos acercarse al oficialismo.

En eso trabaja la oposición, por ahora de forma poco coordinada. La búsqueda parece orientada a llevar en la patria chica de Fernando Espinosa y de la vicegobernadora Verónica Magario, un candidato taquillero, que no requiera el esfuerzo de la instalación pública.

Hace algunas horas se corrió el telón y dejó al descubierto parte de esa idea. El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y su principal armado y funcionario comunal, Diego Kravetz se reunieron con el conocido abogado platense Fernando Burlando, en un intento por sumarlo al armado opositor. Tras ese encuentro que Grindetti se ocupó de difundir, trascendió que la premisa es que Burlando, si es que se decide a incursionar en la política luego de algunos amagues, lo haga desde La Matanza.

Claro que no es el único nombre conocido que sobrevuela en la imaginación opositora. En las últimas horas trascendió que el ex presidente Mauricio Macri buscaría tentar a El Dipy, el mediático cantante que se muestra fuertemente crítico de las políticas oficiales.

Fuentes del PRO aseguran que el ex mandatario está convencido de que sería el mejor candidato para recortar la amplia distancia que obtiene el peronismo en La Matanza. Cuentan también que no habría existido aún una oferta concreta para que El Dipy se sume al armado opositor bonaerense. “Y tampoco se sabe si él querrá sumarse”, admiten.

Estos intentos que llegan desde el PRO cambiarían en parte la construcción política opositora en La Matanza, donde los referentes más conocidos son el ex ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, y el diputado nacional del espacio de Elisa Carrió, Héctor “Toty” Flores.

Ese viraje está empujado básicamente por los números.

En 2017, en la elección legislativa que Cambiemos le ganó a Cristina Kirchner, a nivel municipal el peronismo-kirchnerismo obtuvo 397.298 votos (50,02%) contra los 239.438 (30,14%) de Cambiemos.

Pero esa brecha se amplió en 2019 cuando se concretó el triunfo de Espinoza y su vuelta al Ejecutivo comunal. El intendente obtuvo 531.031 votos (64.18%) contra los 206.745 (24,99%) que consiguió la oposición. Es decir que, mientras el peronismo obtuvo más votos y amplió la brecha, la oposición menguó su influencia.

La idea que da vueltas en los laboratorios del PRO parte de esa premisa: que no existen chances de hacer una buena elección si no se levanta la puntería en La Matanza. De hecho, comparando los resultados de 2017 y 2019 a nivel municipal, la oposición perdió en dos años cerca de 33 mil votos.

Frente a ese escenario, la mira se volvió a posar en figuras conocidas por fuera de la política. Los outsiders, con los que el PRO busca al menos no quedar tan lejos del peronismo matancero.