Un cumple de 15 con búsqueda del tesoro literario

La búsqueda del tesoro en una librería cerrada al público fue la manera que Rocío Molfino encontró para que su hija Sofía tuviera un novedoso festejo de 15, a la medida de una de sus grandes pasiones, la lectura. “No quería que ella viviera el día con la angustia de no haber podido celebrarlo y pensé en algo por lo que se apasiona, los libros, y también en un juego que era de sus preferidos cuando era pequeña”, contó la mamá.

En tiempos de distanciamiento social, en el que se sugiere evitar las reuniones multitudinarias, se fue desdibujando la idea de un festejo tradicional y cobró fuerza la de pensar algo original y personalizado para que Sofía disfrutara el día y le quedara el mejor de los recuerdos. Y para que todo resultara más impactante se planificó en secreto. “Yo le dije que invitara a sus tres mejores amigos a merendar, pero antes de eso pasaríamos por la vereda de la librería y en la vidriera estaría una foto de ella con la leyenda ´tus quince´”, dijo la madre.

Así como la curiosidad impulsó a Alicia en el País de las Maravillas a zambullirse en el ahuecado tronco del árbol para ver qué había del otro lado, Sofía entró a la librería y se dejó llevar por una propuesta lúdica ideada por su mamá, su hermana Juana -12- y su padrino Ariel. Todo contó con el apoyo de Jorge, dueño de la librería de 7, entre 55 y 56, quien accedió a que allí se realice esta movida porque le pareció una maravillosa forma de estimular la lectura.

En otra pantalla ubicada en el interior la adolescente conoció la primera de una serie de pistas que, junto a sus tres amigos, le hicieron pasar una hora increíble con la búsqueda del tesoro.

“Los cuatro son fanáticos de la lectura, incluso durante la pandemia hacían videollamadas para leer y comentar libros”, agregó Rocío.

Sofía Laurito Molfino es alumna de cuarto año del Instituto de Enseñanza, su madre contó que es buena alumna, solidaria y compañera. Sueña con viajar a España para estudiar genética. Otra de sus pasiones es la natación, actividad que antes de la pandemia hacía hasta en dos turnos de lunes a sábados.

“Varias amigas de Sofía que ya cumplieron años se angustiaron por no poder festejarlo, pero yo pensé en hacerlo de otra manera, ideando un juego que le hiciera recordar autores literarios, buscar libros y deducir códigos, uno la llevó a una clave para entrar a una sala de zoom en la que la saludaron sus abuelos y tíos que viven en Neuquén”, afirmó la mamá.

La última pista la recibió de sus familiares y la llevó a encontrar junto a la puerta del comercio una enorme caja con un cartel que la invitaba a elegir 15 libros, uno por cada año cumplido. Pero las sorpresas no terminaron, a pocos metros, en la vereda, vio que unos veinte compañeros del colegio y de natación se reunieron para llevarle una colorida torta y aturdirla con el esperado “que los cumplas feliz”.