Ahora el Presidente abandona la moderación y apuesta a la grieta
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2021 | 03:46

Mariano Spezzapria
@mnspezzapria
En un discurso en el que abandonó el tono moderado, Alberto Fernández le avisó al Congreso que la reforma judicial que el Gobierno impulsará este año será mucho más amplia que la que ahora permanece frenada en la Cámara de Diputados. En resumida síntesis, el Presidente hizo suyas las demandas de Cristina Kirchner para acotar las competencias de la Corte y crear un tribunal de revisión de condenas que, eventualmente, puede llegar a serle útil en el futuro.
El anuncio presidencial llegó justo en un momento en que el Frente de Todos estraba en punto de hervor, por el enojo de Cristina con el avance de las causas judiciales en su contra y la sucesión de fallos –como la condena a Lázaro Báez y las resoluciones de la Corte sobre Amado Boudou y Milagro Sala- que llevan a la Vice hacia una suerte de embudo judicial. El kirchnerismo acusaba al Presidente de quedarse a mitad de camino con las reformas de la Justicia federal.
Igualmente, será muy dificultoso para el oficialismo procurar la aprobación de los proyectos que ayer anunció Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, con la actual composición de la Cámara de Diputados. Al titular del cuerpo, Sergio Massa, y el jefe del bloque del FdT, Máximo Kirchner, les cuesta reunir los números para avanzar con las reformas de orden institucional, por la desconfianza que generan no sólo en Juntos por el Cambio sino entre sus propios aliados.
En un año electoral, Alberto Fernández también provocó un impacto político al impulsar una “querella criminal” contra su antecesor Mauricio Macri y los funcionarios que tuvieron responsabilidad en la toma de deuda por 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. La jugada estuvo pensada: ayer por la tarde el Banco Central envió los datos técnicos a la Oficina Anticorrupción y la SIGEN para que le den cuerpo a la denuncia.
De esa forma, el Presidente diluyó casi por completo su propuesta de superar la grieta, que había construido desde la campaña electoral que lo llevó a la Casa Rosada en 2019 y luego en el inicio de la pandemia, y se subió al carrusel de la grieta política a la que apuestan tanto el kirchnerismo como los sectores más duros de JxC como una herramienta electoral. Así, evitó dar explicaciones sobre el vacunatorio VIP y se centró en cuestionamientos a la oposición.
En esa lógica política, tampoco hubo de parte del Presidente ni siquiera una línea de texto sobre las arbitrariedades que se registran en Formosa –un caso que sigue con especial atención la Corte Suprema-, aunque se tomó el tiempo para advertir que el acceso a la declaración jurada de bienes de los jueces supremos es “virtualmente imposible”.
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