“Custodios infieles”, la principal hipótesis judicial por la fuga del penal de Magdalena

Sin rastros de los cuatro reclusos que el domingo a la madrugada huyeron de la Unidad 28 de Magdalena, la Justicia avanza con la investigación del caso. Y la principal hipótesis que maneja, de acuerdo a lo informado a este diario por calificadas fuentes de tribunales, es que los evadidos contaron con un doble apoyo para garantizar el éxito de su plan de escape: uno externo, con un cómplice que los aguardó en un auto en cercanías del perímetro de la cárcel, y otro interno, con custodios infieles que habrían hecho la vista gorda para dejarlos maniobrar con llamativa facilidad dentro del penal.

“Como lo contaron, es imposible que haya sucedido”, mencionó un vocero con acceso al expediente.

Se refirió al relato que brindaron desde el Servicio Penitenciario bonaerense, cuando, frente a la fiscal, reconstruyeron los movimientos de los internos desde que salieron de su celda, la número 17, hasta que treparon el muro, desarmaron a un centinela y huyeron a campo traviesa hasta el rodado que los esperaba en un punto convenido c con anterioridad.

“Uno debe pensar que escaparse de la cárcel no debe resultar algo sencillo. Pero esta gente realmente lo hizo sin mayores inconvenientes”, graficó el pesquisa consultado por EL DIA.

Como se recordará, el establecimiento carcelario se encuentra situado en la ruta 11, a la altura del kilómetro 111.

Allí se encontraban detenidos Facundo Ortíz Pirovassi, Esteban Federico Lemos y Emanuel Valdéz Orellana. Los protagonistas de la cinematográfica evasión.

Según el reporte al que accedió este diario, cerca de las 03.30, limaron dos barrotes de la celda donde se encontraban , para después acceder a un patio interno.

Allí, aprovechando la oscuridad de la noche, se acercaron al muro perimetral y lo escalaron con gran destreza.

Por si fuera poco, también en una asombrosa maniobra, sorprendieron al menos a un centinela, al que le robaron una escopeta 12/70, una pistola calibre 9 milímetros y varias prendas de vestir.

Lo que vino después significó el dato cierto de que el golpe había sido preparado con bastante antelación.

Es que en un VW Surán los aguardaba con las luces apagadas para no llamar la atención.

El plan, demás está decirlo, salió a la perfección.

Una vez que los cuatro internos, con frondosos antecedentes penales, quedaron fuera del alcance de los custodios, salieron a toda velocidad con sentido a la localidad de Atalaya, distante a unos 10 kilómetros de la cárcel.

En ese lugar, tomaron a un vecino de rehén, al que justo engancharon cuando pasaba en un Chevrolet Aveo.

Superado en número y, con la amenaza de las armas, no pudo ofrecer resistencia.

Para él, a partir de ese instante, se inició un recorrido de terror, que pareció durar una eternidad.

Es que recién lo liberaron en la localidad de Villa Lynch, partido de San Martín.

En ese instante, todos se bajaron del rodado y los delincuentes huyeron a pie en distintas direcciones.

Personal de Policía Científica se encargó de levantar rastros en la búsqueda de alguna huella susceptible de cotejo y que permita acelerar la captura de los acusados y de sus eventuales cómplices.

Por este hecho, tomó intervención la fiscal penal de La Plata, Cecilia Corfield.

sumario interno

A partir de lo ocurrido, el Servicio Penitenciario bonaerense informó el desplazamiento de sus cargos del Jefe del Complejo Penitenciario Magdalena, el director de la Unidad 28 y de otros siete agentes.

La medida fue adoptada por la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza, desde donde pasaron a disponibilidad preventiva a los funcionarios penitenciarios e iniciaron sumarios administrativos para certificar si hubo algún grado de connivencia o negligencia en el hecho. Esto al margen de la actuación judicial que corre por cuenta de la fiscal Corfield.

Por la fuga, hubo 9 funcionarios del Servicio Penitenciario que fueron separados de sus cargos