Asaltan a familia, joven lo cuenta por Zoom y la policía va al lugar equivocado
Edición Impresa | 24 de Marzo de 2021 | 01:50

La planificación y la violencia volvieron a ser empleadas ayer en una vivienda de Arturo Seguí por un grupo de delincuentes armados. Este hecho de inseguridad, que nuevamente tiene como epicentro la Zona Norte de La Plata, ocurrió en una casa ubicada en 416, entre 147 y 148, a las 11.30 de la mañana cuando la familia se encontraba concentrada en sus actividades, quizás, sin imaginarse jamás las horas de angustia y terror que iba a vivir.
En base a los datos recabados en la zona por este diario, al menos dos sujetos ingresaron por el fondo de la propiedad y tomaron por sorpresa a la dueña que se encontraba en su jardín y a los dos hijos de la mujer que estaban en sus habitaciones. Este diario pudo averiguar que, al momento del ingreso de los ladrones, la hija mayor de la familia se encontraba tomando clases por Zoom y que, antes de ser reducida, alcanzó a pedirle a una compañera que avisara a la policía que estaba sufriendo un atraco. Aparentemente, la joven estudiante, que se encontraba al otro lado de la Ciudad, fue quien llamó al 911 para reportar el ilícito.
En tanto, en el interior de la morada asaltada, había comenzado para la familia un amargo capítulo que se extendería por los siguientes 20 minutos. Golpes, insultos y amenazas, fue el arsenal de flagelos que usaron los delincuentes armados para torturar a sus víctimas mientras les exigían las ubicaciones de sus ahorros y de los objetos de alto valor.
Según pudo saber este diario, mientras se ejecutaba el robo, un policía se hizo presente en una despensa ubicada en frente pensando que el atraco estaba ocurriendo allí. “Preguntó si ‘estaba todo bien’ y ‘si había pasado algo raro en la cuadra’. Quizás pasaron mal la dirección o los policías se equivocaron”, indicó el comerciante que recibió la visita del uniformado.
Tras la entrevista y luego de un recorrido por la zona, el patrullero se retiró por calle 416. Los vecinos no descartan que la huida de los ladrones por 417 haya ocurrido en el mismo momento en el que la policía hacía el rondín. Es que, según confió la víctima a una vecina, tras reunir 2 mil pesos, 100 dólares, 3 computadoras portátiles, una consola de videojuegos, un celular y una tablet, los ladrones escaparon por el mismo lugar que ingresaron. En este marco, se proyecta que un tercer secuaz pudo haberlos estado esperando en un auto.
La misma vecina aportó que la policía científica halló indicios que abonan la teoría de “un golpe planificado”. “Encontraron cables cortados de una alarma vecinal y, por las cámaras, detectaron varios recorridos realizados el día lunes por un auto rojo”, destacó.
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