El acusado de asesinar a un vecino en Romero dijo que fue en defensa propia

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“Me defendí”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que argumentó ante el fiscal el joven acusado de matar a otro una semana antes, en Melchor Romero. Dijo que tiró “un puntazo al aire” mientras hacía frente a un supuesto ataque con facas y machetes, maniobra que no parece ajustarse a la cuchillada en la arteria femoral que desangró a Juan Manuel Pérez (38) en cuestión de minutos.

Fuentes judiciales consultadas por EL DIA consideraron “poco verosímil” la versión que ofreció Emanuel Lester (28), aunque reconocieron que “parte del relato puede ser cierto” y “la investigación está en su etapa preliminar”.

Como se informó en la edición anterior, Lester quedó detenido el lunes pasado después de entregarse acompañado por su abogado defensor Fabián Musto y ayer al mediodía declaró en indagatoria ante el fiscal Martín Almirón, por el homicidio ocurrido el martes de la semana pasada en 177 y 526.

Argumentó que fue a reclamar a ese lugar por un robo que habría sufrido poco antes, pero al parecer reflotó una disputa por la ocupación de una vivienda; dijo que entre varios los atacaron a él y a su novia y que se defendió con un arma blanca, circunstancias en la que hirió mortalmente a Pérez. El problema es que esa versión “no coincide con la que dieron testigos y reconstruyeron los peritos”, contrapuso un vocero con acceso a la causa. Todavía falta que declare una protagonista importante en esta historia, la novia de Lester, que fue trasladada tras el crimen al hospital de Romero, el mismo sitio al que los parientes de Pérez lo llevaron en moto, desangrándose. Pérez llegó muerto, mientras que la chica quedó internada con algunas heridas que sufrió en la refriega, sin que la pusieran en riesgo de muerte.

Lester también deberá rendir cuentas por “desobediencia”, ya que tenía orden de captura desde el 16 de septiembre pasado, al parecer en el marco de otra causa.

Fuentes judiciales confirmaron días atrás que al momento del hecho debía cumplir arresto domiciliario y que había sido condenado por robo.

Pérez era cooperativista y vivía con su pareja en la cuadra donde lo mataron. “Me arrancaron el corazón”, reveló su mujer días atrás.

 

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