El pequeño helicóptero Ingenuity sigue volando por los cielos de Marte

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El pequeño helicóptero de la NASA Ingenuity realizó su tercer vuelo en Marte, durante el cual avanzó más lejos y rápido que en sus dos salidas anteriores, viajando a una máxima de 7 kilómetros por hora, según confirmó la agencia espacial estadounidense.

Después de un primer vuelo estacionario y un segundo casi inmovilizado, la máquina esta vez viajó 50 metros, alcanzando una velocidad de 2 metros por segundo, o 7 km/h, según consignó la NASA.

“El vuelo fue lo que habíamos planeado, pero no fue menos increíble”, dijo Dave Lavery, director del programa, desde la sede de la NASA en Washington.

El rover Perseverance, a bordo del cual llegó el pequeño helicóptero de 1,8 kilos, filmó este tercer vuelo de 80 segundos, y la NASA anunció que los clips de este video se enviarían a la Tierra en los próximos días.

Este vuelo de desplazamiento lateral fue una prueba para el sistema de navegación autónomo del helicóptero, que realiza esta ruta en base a la información recibida previamente.

“Si Ingenuity vuela demasiado rápido, el algoritmo de vuelo no puede identificar el terreno”, explicó la NASA.

Cabe destacar que la bajísima densidad del aire marciano, que es de solo el 1% de la atmósfera terrestre, obligó a los equipos de la NASA a diseñar un helicóptero ultraligero cuyas palas giran mucho más rápido que las de una máquina estándar para despegarlo del suelo en la Tierra.

La agencia espacial ahora anuncia la preparación de un cuarto vuelo, y se espera que las operaciones sean cada vez más difíciles y lleven al ingenio al límite de sus posibilidades.

Sin embargo, pase lo que pase, después de un mes como máximo, el experimento Ingenuity se detendrá para permitir que el rover Perseverance se dedique a su tarea principal, que es la de buscar rastros de vida antigua en Marte.

Cabe recordar que la semana pasada, un instrumento adosado al rover Perseverance, que llegó en febrero pasado a Marte tras ser lanzado por la NASA, logró transformar dióxido de carbono de la atmósfera marciana en oxígeno, la primera vez que esto sucede en otro planeta, según confirmó la agencia espacial estadounidense, que calificó al logro como “un primer paso fundamental”.

RÍOS Y LAGOS

Mientras, nubes de hielo a gran altitud podrían haber mantenido lo suficientemente caliente a Marte para que desarrollara ríos y lagos, según un estudio de la Universidad de Chicago publicado este lunes por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS).

La investigación arroja luz acerca de uno de los grandes enigmas de Marte: cómo es posible que el planeta rojo, que recibía menos de un tercio de la luz solar que disfrutamos hoy en la tierra, tuviese ríos.

La respuesta podría encontrarse en la cantidad de hielo que había en Marte, según la investigación liderada por Edwin Kite, profesor de Geofísica de la Universidad de Chicago.

La tarea principal del rover es la de buscar rastros de vida antigua en Marte

 

Si había hielo cubriendo gran parte de Marte se crearía humedad en la superficie que favorecería nubes de baja altitud, pero estas no son suficientes para calentar demasiado los planetas, argumenta la investigación.

Sin embargo, si solo hay pequeñas áreas de hielo, como en los polos o en las cimas de las montañas, el aire en el terreno se vuelve más seco, lo que permite nubes de mayor altitud que tienden a aumentar la temperatura de los planetas a través del efecto invernadero.

“En el modelo, estas nubes se comportan de un modo diferente a como lo hacen en la Tierra. Crear modelos basados en las intuiciones de la Tierra no funciona, porque el ciclo del agua no se parece nada al de la Tierra, que mueve rápidamente agua de la atmósfera a la superficie”, señaló Kite.

 

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