Los testeos masivos son clave para combatir con mayor éxito al COVID-19

El sistema de salud de nuestro país vuelve a verse interpelado con un brusco crecimiento en los últimos días de los contagios de COVID-19, en una situación que se mostró particularmente crítica en nuestra ciudad al triplicarse el número diario de casos. Ello hizo que, frente al rebrote, se disparara la demanda de testeos y que se dispusiera montar una unidad móvil de hisopados que mañana será ubicada en la plaza Italia.

Está claro, entonces, que la insuficiente cantidad de testeos sigue siendo uno de los problemas más agudos que plantea la pandemia y que, por consiguiente, deben intensificarse todas las medidas preventivas que resulten oportunas.

Lo cierto es que la nueva ola de contagios de COVID-19 y la preocupación por la posibilidad de que comiencen a circular cepas más virulentas, a la par del aumento de casos en la Ciudad, pusieron en alerta en las últimas horas a una gran cantidad de vecinos. Una muestra del impacto que está causando la pandemia son las largas colas que se forman en la entrada de establecimientos asistenciales: de a decenas la gente busca hisoparse para confirmar o descartar la enfermedad.

Los casos aumentan y las estadísticas empiezan a manifestar esa multiplicación exponencial que funciona como un alud imparable. Se teme por la circulación comunitaria en la Región de la cepa originaria de Brasil, la cual, según los infectólogos, es siete veces más contagiosa que la que se transmite hasta ahora. En este contexto, cada vez más vecinos buscan ser hisopados para la detección del virus.

Se sabe que existen las llamadas pruebas diagnósticas para llegar a determinar la presencia de COVID. Una de ellas es el hisopado, que es válida para definir sobre una enfermedad activa, pero la estrategia más valiosa pasa por realizar testeos a toda la población, para saber si las personas tienen anticuerpos. Esa estrategia sanitaria, utilizada con éxito en otros países, es la que faltó y sigue faltando en la Argentina. Sólo un testeo masivo permite definir con certeza el universo de quienes deben recibir tratamientos antiCOVID.

A tono con esta manifestación del inicio de la “segunda ola” (en La Plata se están rozando los 700 contagios diarios, el triple de lo que se venía registrando) las autoridades sanitarias decidieron “ir derecho a buscar el virus” y desde mañana una unidad móvil realizará testeos allá donde se denuncien cuadros con sintomatología compatible con el COVID.

Si bien la medida resulta oportuna y muy necesaria, por lo pronto parece inoportuno su emplazamiento en la plaza Italia que, en la actualidad, se ha convertido en una virtual “saladita” con numerosos puestos de venta ambulante que la ocupan. Testear allí podría favorecer los contagios, dada la cantidad de gente que la recorre. Al mismo tiempo, podría considerarse como insuficiente disponer de un solo móvil para el testeo, cuando podrían habilitarse lugares descentralizados en distintos puntos de nuestra región.

Hasta que se pueda ver evidenciada de la eficacia de las vacunas, deberán potenciarse las estrategias complementarias de prevención, como las del distanciamiento social, la higiene y el uso del barbijo. Pero está claro que los testeos resultan ser vitales para controlar la pandemia, ya que permiten diagnosticar con rapidez la presencia del virus, sobre todo en los pacientes asintomáticos, y controlar de esa manera la llamada curva de contagios.

Esas pruebas que la Argentina debiera multiplicar en su cantidad permiten aislar rápidamente a los casos positivos y resultan ser de fundamental importancia para guiar las decisiones sanitarias.