Preocupación en natatorios y gimnasios

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Al consolidarse el crecimiento del coronavirus en el país, desde diferentes lugares del Gobierno se empezó a mirar alrededor para ver cuáles actividades se podían restringir, como sucedió en el primer semestre (y algo más) del año pasado.

“Que se cierren los gimnasios y algunos bares”, declaró Salvador Giorgi, el jefe de Gabinete del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Esta frase retumbó en centenares de reductos que recién ahora empiezan a recuperar su pulso, luego de meses de angustia por cierres parciales o totales.

En ese sentido, desde la Cámara provincial de natatorios y actividades deportivas levantaron su voz y repudiaron una posible medida en su contra.

“En 166 días que llevamos de actividad tras la cuarentena que en nuestro caso se prolongó más que en otras actividades contamos con el regreso de más de 32 mil personas y se produjeron cero contagios”, dice el comunicado donde se remarca que son seguros y esenciales.

Además, desde la Cámara resaltaron que los natatorios tienen la trazabilidad de la gente. "Y no somos un servicio de esparcimiento", se diferenciaron de otros rubros.

“Lo que queremos es que la población sepa que somos una actividad segura, nos avalan loas estadísticas”, contó Fernando Puchuri, titular de la Cámara, que remarcó: “Con las medidas de seguridad que se están llevando adelante, con rígidos protocolos y con la buena conducta de la gente nos parece injusto y exagerado que se piense en restringirnos otra vez”.

En las piletas, donde además de actividades recreativas se realizan trabajos de rehabilitación y estímulo en grandes y chicos, se está trabajando con 0,5 partes por millón de cloro, según la Organización Mundial de la Salud “no hay posibilidad alguna de contagio”.

“Todas las piletas de la Región triplican esos volúmenes de cloro así que no hay riesgo. Además están todas ventiladas, trabajamos con cupo reducido , con distanciamiento y sin utilización de los vestuarios más que para cambiarse”, agregó Puchuri.

En similar situación están los propietarios de gimnasios, que también sufrieron durante muchos meses la falta de habilitación de sus actividades y recién en el último trimestre de 2020 lograron recuperar su ritmo, pero muy lejos de los valores normales.

 

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