Asaltaron y golpearon a una médica en un barrio donde los hechos delictivos se repiten

La tiraron al piso y le sustrajeron una bolsa con pertenencias. En la cuadra aseguran que los robos “son cosa de todos los días”

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Todavía con un visible hematoma en el tabique de la nariz, la víctima de uno de los asaltos más recientes ocurridos en la zona del parque Castelli se acercó a dialogar con EL DIA con un mensaje que decía todo: “Estoy aterrada, prefiero no hablar mucho”. Sin embargo, la necesidad del desahogo pudo más y, con mucha cautela, refirió el brutal atraco que padeció el lunes por la tarde en plena vía pública. La médica refirió que ese día, cerca de las 14.30, regresaba de hacer unas compras. En 22 entre 68 y 69, al llegar a la mitad de la cuadra, la azoró el ruido de una moto que frenó de golpe y se colocó a la par de ella, en la vereda.

El joven que iba atrás, como acompañante, descendió de un salto y se abalanzó sobre la damnificada. Mientras su cómplice observaba impasible desde el rodado, aquél la empujó con fuerza y la hizo trastabillar. “Me di la cara contra el piso”, sostuvo la entrevistada.

Entonces, el ladrón le arrebató la bolsa que traía en la mano, con un celular, una computadora y una agenda. La mujer quedó tirada en el piso y sus atacantes huyeron, a toda velocidad, por 22 en dirección a la avenida 72. Como pudo, se incorporó y caminó hasta su casa. En el barrio la noticia corrió por los grupos de WhatsApp de seguridad y el comentario general se repitió entre varios: “Otro caso más”. La propia víctima aseguró que los asaltos son “moneda corriente” en la zona.

Durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio, la sucesión de hechos de carácter violento no mermó. En octubre del año pasado, en 22 entre 69 y 70, un joven se disponía a entregar un pedido en un inmueble de la cuadra. Se encontraba en esa tarea cuando fue abordado por un sujeto al que, segundos antes, había visto circulando en una bicicleta. Tras sacar un arma blanca, el delincuente le exigió con amenazas e insultos al repartidor que le entregara su motocicleta Keller KN 110. Ante la negativa, el malviviente lo apuñaló cuatro veces, tres en el tórax y una en la pierna. Por fortuna, los cortes no fueron graves y el delivery no sufrió heridas de gravedad, aunque perdió su herramienta de trabajo.

En tanto, Marcela Carullo, quien posee desde hace años un almacén en la esquina de 22 y 69, le dijo a este diario que “el barrio es un desastre. Tengo un grupo específico con el comisario y otras personas, otro con gente de la calle 22 y otro con la de 29, pero es imposible que se arregle esto”.

Asimismo, recordó el atraco que padeció su hija en febrero último, a manos de un sujeto con una picana. “Cuando ocurrió, estaba mi hija sola. Nunca se queda, esa vez nomás, y después de lo que le pasó tiene con un cagazo tremendo”, manifestó. El contacto con el titular de la comisaría quinta “es constante”, afirmó. Sin embargo, remarcó que se trata de una situación “lamentable” la que padecen los vecinos de ese sector de La Plata.

Luego ratificó que “la zona es un desastre y lo digo con dolor, porque la verdad es que yo viví toda mi vida acá y me encanta”.

Por otro lado, sostuvo que, debido a la situación de inseguridad constante que se vive en la Ciudad, “mis hijos se van del país”.

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