Un compacto con carrocería familiar

Es una buena alternativa para los que quieran que gaste lo justo y que cuente con etiqueta ECO

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Javier Millán Jaro

EFE

Suzuki Swace es el primer híbrido puro de la marca japonesa, la cual cuenta con una de las gamas más ECO de la actualidad, ya que todos sus modelos disponen de algún tipo de electrificación para rebajar consumos y emisiones.

En el caso que nos ocupa, el Swace nace de una colaboración con la también nipona Toyota, que le permite comercializar su Corolla Touring Sports, pero con ligeras modificaciones exteriores, con las que Suzuki le ha dado una imagen más deportiva.

Al contrario que el Corolla familiar, el Swace tiene una gama mucho más reducida. Solo se ofrece con el motor de 122 CV (Toyota también tiene una segunda variante de 180 CV) y dos acabados bastante completos: GLE y GLX.

Desde el primero son de serie los faros automáticos y de led (bi-led en el GLX), el volante de cuero multifunción y calefactado (también los asientos delanteros), el ordenador de a bordo con pantalla de 7 pulgadas, el arranque por botón, el equipo de audio con pantalla de 8 pulgadas (no hay posibilidad de navegador) y cámara trasera, los modos de conducción y el paquete de asistentes Safety Sense, entre otros.

La versión más equipada añade los sensores de aparcamiento delantero y trasero, la detección de ángulo muerto, la alerta de tráfico trasero, iluminación ambiental en la consola delantera, el remate de cuero con bordado de la bandeja central o el cargador inalámbrico para teléfono.

El Suzuki Swace GLE tiene un precio (incluidos descuentos) de 23.545 euros, mientras que el del GLX es de 25.350 euros.

Por esas tarifas nos llevamos un compacto con carrocería familiar que mide 4,65 metros de largo, con espacio para cinco adultos y un maletero de 596 litros.

La parrilla

Frente al Toyota Corolla Touring Sports destaca por una parrilla delantera hexagonal de nido de abeja y unas entradas de aire en los laterales más marcadas que engloban a los antinieblas (de led). En el lateral los cambios afectan principalmente al diseño de las llantas y en la trasera al logo, que en este caso es la S de Suzuki.

En el interior los cambios también son sutiles y cuesta diferenciarlos, salvo por una mejora de los equipamientos. Lo que llama la atención es que la orientación de la pantalla central parece estar algo más inclinada hacia la zona del copiloto, buscando una imagen de mayor amplitud del espacio.

Hasta aquí las diferencias exteriores e interiores porque el comportamiento en marcha es el mismo. Con el motor de 122 CV nos encontramos ante un coche muy eficiente, ya que se pueden obtener consumos de 5 l/100 km, propios de coches de menor tamaño, aunque salgamos a autopista.

La respuesta al acelerador es pausada y exenta de brusquedades. La entrega de potencia es muy lineal y está enfocada a las personas que busquen un coche para viajar con la familia y disfrutar de la ruta sin buscar pulverizar cronos anteriores.

Es cómodo por una amortiguación que prima el confort, aunque al mismo tiempo sujeta bien la carrocería en curvas.

La transmisión es automática de variador continuo CVT y cuando aceleramos con decisión viene acompañada de un mayor ruido en comparación con una caja de doble embrague, que, en algunas ocasiones, peca de tirones, lo que no sucede en la nipona.

En definitiva, el Suzuki Swace es una buena alternativa para los que quieran un compacto con carrocería familiar que gaste lo justo y que cuente con etiqueta ECO para pagar menos en los estacionamientos regulados de las capitales grandes y acceder a sus zonas de tráfico restringido sin limitaciones.

 

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