¿Se vienen las cuarentenas “intermitentes”?

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“La medida es transitoria, se va a evaluar el impacto luego de estos nueve días. Los días de invierno son de más riesgo y necesitamos ir monitoreando y, en caso de ser necesario, generar medidas intermitentes”, anticipó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, al ser consultada sobre la continuidad de las restricciones para contener el coronavirus a partir del lunes próximo. Pues ese día vence el confinamiento estricto dispuesto por el presidente desde el último sábado.

Lo cierto es que esa “intermitencia” de la que habló la funcionaria ya tiene forma de sistema y fue diseñada por tres científicos del Conicet al comienzo de la pandemia.

Se trata del Aislamiento Selectivo Programado Intermitente (ASPI), diferente al ASPO y DISPO implementados por el Gobierno durante eel año pasado. En este caso consta de un sistema de alternancia de cierre de 9 días y luego 12 jornadas abiertas.

Rodrigo Castro y Ernesto Kofman fueron los que comenzaron con este proyecto, al que luego se sumaría Daniel Feierstein. Y entre todos ensayaron varias alternativas de cierre: de 9, 14, 16 y hasta 21 días.

“Cuanto más duras son las restricciones menos tiempo tardan en tener impacto. Pero lo que siempre vemos es que es más efectivo hacer eso que empezar con un cierre duro y que se vaya desgranando”, indicaron. En ese sentido,coincidieron en que un elemento fundamental es la previsibilidad, que cuando se anuncia cuándo se cierra y cuándo se reabre efectivamente se cumpla. Lo que, además de incidir sobre la curva de contagios, también evitaría la incertidumbre, al permitir planificar la vida económica, social y familiar.

Un modelo como el citado, apuntaron los científicos, posibilitaría una mejor organización porque se sabe que cuando se cumpla el plazo anunciado volverá el momento de apertura, a diferencia de la larga cuarentena del año pasado en la que las fechas de reapertura fueron una incógnita recurrente.

 

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