Las “ferias” continúan abiertas : pocos protocolos y sin distanciamiento social

Pese a las nuevas restricciones, en la Provincia dicen que continuarán funcionando mientras respeten las medidas

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Puestos de ropa, comida y bisutería. Artículos de informática, libros y plantas. Pero también libros, trípticos y muebles “en liquidación”. Al aire libre, con protocolos (uso de barbijos y la prohibición, que por momentos se desvanece, de tocar la mercancía), pero con poco lugar para el distanciamiento social, la feria de Parque Saavedra, por ejemplo, sigue recibiendo a cientos de platenses cada fin de semana . Y ayer, pese a la pandemia y a las nuevas restricciones para paliarla, no fue la excepción.

Tampoco es la única. Junto al que funciona en 14 y 64, más de una decena de espacios de este tipo continúan habilitados en la Ciudad, entre ferias de alimentos, artesanales y las denominadas “ferias paraguayas” en las que la venta informal de mercadería cunde también en ámbitos cerrados, entre pasillos estrechos y con escasa distancia de un puesto a otro. Escenas como esas pudieron verse ayer en el predio de 7 y 96, donde pese a las básicas medidas de sanitización y control de temperatura al ingresar, la distancia entre puesteros y clientes era un bien escaso.

Algo que también pudo observar este diario en una recorrida realizada por las plazas Azuénaga, Malvinas y el mencionado Parque Saavedra, donde unos 50 puestos se apiñan a lo largo de media manzana y sobre las veredas, lo que además dificulta el paso seguro de los peatones.

“Si no salimos a trabajar, nos morimos. No podemos quedarnos en casa”, decía ayer un vendedor de yerba orgánica (a 300 pesos el kilo) desde el espacio verde situado frente al Hospital de Niños Sor María Ludovica.

Consultado sobre los protocolos, otro que vendía indumentaria (remeras con estampas a 600 pesos y medias a 300 pesos) zanjaba lacónico: “Hacemos lo que podemos”.

Entre los clientes, había quienes como Fernanda, casada con dos hijos, prefiere arriesgarse al contagio y pelearle a esa otra epidemia argentina: la inflación. “Estamos todos con barbijos -se disculpaba, acompañada de su familia-; acá siempre encontramos mejores precios que en el supermercado o en el almacén del barrio”, explicaba.

En la semana que pasó, y ante la suba exponencial de los contagios por coronavirus, las ferias al aire libre estuvieron en el punto de mira del Gobernador Axel Kicillof, que llegó a incluirlas en su paquete de actividades a restringir. Sobre todo, luego de que circularan en redes sociales imágenes que son la pesadilla de las autoridades sanitarias: predios feriales del Conurbano con aglomeraciones, sin distancia ni barbijos.

Pero, primero en la Provincia y luego en la Nación, ratificaron que la actividad continuará habilitada, siempre que se respeten los protocolos. Algo que, en los hechos, la realidad contradice.

“Estoy al tanto de que en algunos lugares no estaba pasando (en referencia al cumplimiento de las medidas de prevención) y hablé con varios intendentes”, reconoció el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, para después aclarar que “las ferias están habilitadas porque no se hacen en espacios cerrados y hay menos posibilidad de contagio”.

Mientras, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, confirmó que las “ferias a cielo abierto están habilitadas” y, junto con Bianco, coincidió en que le corresponde a cada municipio la tarea de “desalentar” la aglomeración. Pues, es cada comuna “la que tiene la facultad de las habilitaciones y fiscalización” de cada predio, completó la funcionaria nacional.

En La Plata, como se dijo, el Municipio tiene registradas más de diez actividades feriales en espacios verdes como el Parque Saavedra, las plazas Matheu, Azcuénaga y Malvinas y en zonas como el Hipódromo, La Loma y el Mondongo. A las que se agregan las denominadas “ferias paraguayas”, paseos comerciales informales que cuentan con puestos a cielo abierto, pero también en espacios cerrados. Y que, como explicaron desde el Ejecutivo local, “están habilitadas para funcionar, mientras cumplan con los protocolos”.

controles

Para garantizar que se respeten las pautas de cuidado de rigor, desde las áreas de Producción y Espacios Públicos local aseguran que se realizan controles “permanentes y rotativos”, de acuerdo al cronograma estipulado (las ferias francas funcionan de martes a domingos, entre las 7 y las 14: y las artesanales, sábados, domingos y feriados, de 9 a 18). Y que, “muchas veces”, son los propios feriantes los que dan aviso a las autoridades municipales sobre el incumplimiento de los protocolos.

En los últimos días, según apuntaron voceros municipales, “se han registrado varios apercibimientos, principalmente en las ferias de alimentos, por no respetar el uso permanente del barbijo y el distanciamiento entre los trabajadores”. El apercibimiento, advirtieron, es el primer llamado de atención en una escala de sanciones que puede derivar en la suspensión temporaria del feriante hasta terminar con la exclusión definitiva de la actividad.

 

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