A 140 años del decreto de Dardo Rocha que encargó el diseño del Observatorio

Un paso clave para la creación de este emblemático edificio en el Paseo del Bosque, con el cielo en la mira

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El 7 de mayo de 1881, uno de los primeros decretos del gobernador Dardo Rocha fue un encargue al Departamento de Ingenieros: el diseño de distintos edificios públicos de la Ciudad aún no creada-, y entre ellos estaba el Observatorio. De ese paso, que resultó clave para la concreción de esta obra emblemática, se cumplen hoy 140 años. En todo este tiempo desarrolló un rol clave en la vida de La Plata, a la que vio nacer y ayudó a desarrollarse de la mano de numerosas mentes brillantes.

El cielo, entonces, empezó a “verse con otros ojos” desde el Paseo del Bosque, donde se decidió instalarlo, y comenzó a “develar” sus secretos. El pasaje del planeta Venus por delante del Sol, por ejemplo, fue el que dio lugar a que llegaran a la Ciudad los instrumentos que permitieron observar ese fenómeno celeste. Aquel episodio ocurrió el 6 de diciembre de 1882, cuando ese hecho astronómico alcanzaba un inconmensurable valor mundial para la época, generando un interés inusitado entre los astrónomos.

Cuenta la historia que especialistas argentinos colaboraron con sus pares franceses para determinar el mejor lugar de observación en estas tierras, e inicialmente se eligió a la ciudad bonaerense de Bragado. Tras ver el pasaje venusiano, algo que se consiguió pese a las malas condiciones meteorológicas que se habían dado ese día, los instrumentos que la Provincia había encargado a tal efecto sirvieron de soporte inicial para la creación del Observatorio de La Plata.

El proyecto avanzaba y ya el 22 de noviembre de 1883, se designó al teniente francés de la marina, Francisco Beuf, como director de la construcción del edificio y esa es la fecha en que se celebra su creación. En ese decreto, también se encomendaba la determinación de coordenadas en 50 puntos en la provincia de Buenos Aires para servir a fines cartográficos.

Antes de fundar la Ciudad, Dardo Rocha había considerado necesario que la Provincia contara con un adecuado relevamiento cartográfico, cuya realización se vería favorecida por la instalación de un Observatorio Astronómico. Y cuando en 1905 el doctor Joaquín V. González promueve la nacionalización de la Universidad de La Plata, lo hizo pensando en otorgarle, sobre todo, un carácter científico y experimental. Y para ello, resultó un pilar fundamental el Observatorio.

Tiempo después, la necesidad de formar astrónomos, llevó a que en 1935 se creara la Escuela de Ciencias Astronómicas y Conexas, que fue la primera en Latinoamérica. Esta incluía por entonces el estudio de la Meteorología, la Sísmica y el Geomagnetismo, hasta que en 1948 la Geofísica cobró entidad propia y se creó la carrera en el ámbito del Observatorio.

En 1982, el Observatorio Astronómico y la Escuela Superior de Astronomía y Geofísica se fundieron en la unidad académica, hasta llegar a 2013, que sumó dos muy importantes hechos: la puesta en marcha de la carrera de Meteorología y Ciencias de la Atmósfera, y la inauguración del Planetario Ciudad de La Plata, construido con tecnología de última generación y único en la Argentina asociado a una Universidad, que constituye la incorporación de una herramienta de incalculable valor para estrechar aún más la vinculación del Observatorio con la sociedad, explican.

PASIÓN POR LA ASTRONOMÍA

Desde su creación en 1883, el Observatorio formó profesionales de reconocida trayectoria nacional e internacional, mientras que las ramas de investigación vincularon a su gente con otros centros de formación e investigación en el tema, tanto en nuestro país como en el mundo. En sus inicios, contuvo a la astronomía y a la geofísica; y las observaciones astronómicas iban siempre asociadas a las observaciones meteorológicas.

Aún antes de 1895, la Casa Gautier de Francia estaba fabricando un gran telescopio para trasladarlo a la ciudad de El Cairo, en Egipto. Pero una vez terminado, los destinatarios no pudieron pagarlo ni finalizar con la organización de su Observatorio. Paralelamente, nuestro país ya había encargado un telescopio un tanto más chico, y se estaba a la espera del turno correspondiente cuando los franceses le ofrecieron a Dardo Rocha el instrumento que iba a ir a Egipto.

Allí, el fundador de La Plata, a instancias del director Beuf, dispuso una partida de dinero para adquirirlo y también para agrandar y adaptar la cúpula que ya se había empezado a construir en el Bosque. Así se logró instalar el telescopio Gran Ecuatorial Gautier, que inmediatamente se convirtió en la gran estrella del Bosque: un telescopio refractor con lentes que, retrotrayéndose a más de un siglo, permite valorar la titánica empresa de esta obra de ingeniería concebida a partir de fundir discos de vidrio de calidad óptica específica; desbastar y tallar dichas superficies ópticas, así como medirlas y controlarlas con gran precisión.

Desde el inicio de su trabajo, el instrumento permitió tener una visión clara de los problemas atmosféricos existentes ya por ese entonces en la ciudad de La Plata y alrededores.

Pero a pesar de todo, el telescopio se utilizó sistemáticamente para el análisis de posiciones estelares en lo referente a estrellas dobles, planetas, satélites de planetas grandes y detalles lunares.

 

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