Brutales asaltos en viviendas de La Loma, Poblet y Villa Elisa

En ruta 36 y 664, una banda redujo a 9 integrantes de una familia. En 40 entre 24 y 25, un hombre fue atacado a culatazos por tres intrusos. Y en 12 y 421, una mujer fue asaltada de madrugada

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La ola de robos que jaquea a vecinos de la Región sigue extendiéndose por sus diversos rincones, sin que se avizoren medidas que le pongan un freno, o, por lo menos, ayuden a aliviarla, como lo piden con angustia y desesperación vecinos de todas las zonas.

Prueba de ello es lo que pasó en las últimas horas, con asaltos que ocurrieron dentro de propiedades de La Loma, Villa Elisa y en un lote de las afueras de la localidad platense de Poblet, donde hacia el final de la tarde del miércoles la inseguridad irrumpió de golpe en tres casas cercanas, de una misma familia.

Salvo en el caso de Villa Elisa, en los dos restantes actuaron delincuentes que, además de robar, ataron y golpearon a algunas de sus víctimas.

ENTRADERA EN LA LOMA

El primero de los ataques de ayer transcurrió en 40 entre 24 y 25, cuando el dueño de una vivienda ya había sacado del garaje a los dos autos de la familia y se disponía a cerrar el portón.

El damnificado, Carlos Eguilegor (62), contó a este diario que fue a las 10 y cuarto de la mañana, cuando “primero me rodearon en el garaje” dos jóvenes que cubrían sus cabezas con las capuchas de las camperas y sus rostros con barbijos.

Como para desalentar cualquier reacción del vecino, enseguida le dieron en el garaje uno de los tres culatazos que recibió durante el asalto. “Aunque sólo uno de esos golpes fue muy violento y me abrió un corte en el cuero cabelludo”, explicó.

Luego de encañonarlo y obligarlo a entrar en la casa con ellos, los intrusos sorprendieron a la esposa de Eguilegor en el dormitorio.

“A ella por suerte no le pegaron, pero con una cuchilla que traían (los delincuentes) rompieron sábanas y nos ataron a los dos de pies y manos”, reveló posteriormente el hombre.

Con la situación bajo su dominio, dos cómplices se sumaron a la indeseada visita del grupo.

Eguilegor contó después que “lo que más querían era dinero” y no ahorraron amenazas para lograrlo: “Mirá que te mato”, prometían. A la esposa del hombre le advirtieron “quédese quieta doña”, y él no tuvo “más remedio que darles lo que me exigían”, recordó.

Sobre la cantidad de efectivo que se llevaron los maleantes, informó que “se fueron con 20.000 pesos y 2.000 dólares”. Pero, además, sustrajeron una notebook, dos celulares, una campera del dueño de la casa y su billetera con documentación.

Según Eguilegor, el asalto le demandó a la banda “sólo 6 minutos”, cálculo que ratificó con el material de las cámaras de seguridad, que registraron el momento del ingreso y la fuga de los delincuentes, en un Fiat Cronos blanco modelo 2020, que la Policía asegura que es robado.

Por la herida sangrante, el hombre fue asistido por los médicos del SAME que acudieron a la escena tras el llamado al 911.

“QUEDATE PIOLA O LOS MATAMOS”

La tarde-noche del último miércoles será tristemente inolvidable para una familia que vive en ruta 36 y 664, en un paraje semi rural de Poblet.

Uno de sus integrantes, Matías Lanusse (45), dueño además del aeródromo lindero a su vivienda, charló con EL DIA tras acercarse en auto para cubrir los más de 200 metros que la separan de la tranquera de entrada. Ahí y entonces dio detalles del violento episodio.

“Fue a las 7 de la tarde (del miércoles), cuando me encontraba en el aeródromo y de repente se me acercaron tres delincuentes con gorras en la cabeza, barbijos y armas de fuego en la mano”, señaló.

Por si hiciera falta, le reclamaron la entrega de dinero y a punta de pistola caminaron junto a la víctima hasta su casa, donde estaban su esposa y la hija de ambos, de 17 años.

“En casa robaron dinero (no precisó el monto), cadenitas de oro y un reloj, entre otras cosas chicas”, indicó, sin olvidar que “nos sacaron los tres celulares y los metieron en el freezer, para desactivar las baterías en pocos minutos”.

Lejos de conformarse con el botín obtenido, el raid delictivo de los maleantes continuó en la casa del padre de Matías, que vive a 60 metros y ya se encontraba durmiendo. “Pero ahí no robaron”, aclaró Lanusse.

“Después fueron a la casa de mi hermano de 48 años, que está a 70 metros de la de papá, donde finalmente nos juntaron a todos. Éramos 9”, precisó, aludiendo a los integrantes de su familia que quedaron a merced de los asaltantes.

Esa circunstancia decidió a la banda a tomar recaudos para evitar resistencias. Entonces “nos ataron con sogas y cordones”.

Matías mencionó luego que “a mi hermano le robaron su camioneta Toyota Hilux, con la que escaparon después de dos horas, con dinero y algunas cosas más”. Acotó que “hasta linternas y cuchillos se llevaron”.

Sobre los asaltantes, refirió que “tendrían entre 20 y 30 años, tenían pelo corto, eran bien hablados y sabían bien lo que hacían”.

“Además, estaban bien vestidos, con camperas inflables y zapatillas de marca”, sumó.

Matías aseguró luego que “es la primera vez que sufrimos un robo de estas características, y eso que somos de esta zona de toda la vida”.

En cambio, recordó, en el aeródromo -“el único que tiene escuela certificada de pilotos de máquinas ultra livianas en Argentina” - hace 5 años le desvalijaron por completo el buffet.

Por el momento no hay astros de los delincuentes que comandaron el audaz asalto a esta tradicional familia de Poblet.

PESADILLA DE MADRUGADA

Por otra parte, el descanso de madrugada de una mujer en su vivienda de Villa Elisa se transformó de golpe en una pesadilla, pero real.

Es que esta mujer de 40 años despertó en su domicilio de 12 entre 421 y 421 bis con dos delincuentes que se colaron en esa propiedad tras forzar una de sus aberturas, informaron fuentes oficiales.

Tras amedrentarla para controlarla con el miedo, que ya imponían con su sola presencia, sus rostros cubiertos y las armas de fuego que portaban, lograron despojarla de dinero en efectivo y elementos de valor.

Allegados a la investigación del episodio aseguraron que los ladrones se llevaron “10.000 pesos, un televisor, una notebook y dos carteras”, pero tampoco despreciaron un secador de pelo y una planchita. Por otro lado, robaron el auto Honda Fit de la víctima, con el que emprendieron la fuga con rumbo desconocido.

El vehículo fue hallado más tarde en 439 entre 138 y 139, en City Bell, pero el paradero de los responsables del atraco sigue siendo un misterio. Más allá de la circunstancia de que todos los golpes ocurrieron dentro de viviendas, no tendrían conexión entre si.

Expertos
Matías Lanusse, asaltado junto a su familia en su vivienda de Poblet, reveló a EL DIA que la banda les quitó tres celulares, pero, curiosamente, no fue para robarlos, sino para guardarlos dentro del freezer de la heladera. “En pocos minutos inutilizaron las baterías”, comentó.

 

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