En España los indultos impactan con más rechazos que apoyos

El gobierno de Pedro Sánchez favoreció a los nueve líderes separatistas catalanes encarcelados por el intento de secesión de 2017. Algunas claves que llevaron a la polémica decisión

Edición Impresa

BARCELONA

El gobierno español indultó ayer a los nueve instigadores de un intento secesionista ilegal de Cataluña en 2017, una medida audaz para tratar de distender la situación política en la próspera región del noreste de España.

La decisión del gobierno socialista ha enfurecido a muchos españoles, sobre todo en la derecha, y los separatistas catalanes más fervorosos, que la ven insuficiente.

Los sentimientos separatistas se exacerbaron en Cataluña durante los últimos 20 años, acicateados por la recesión global y un clima político polarizado. Muchos catalanes, pese a su relativa prosperidad y amplio margen de autonomía, pensaban que pagaban impuestos excesivos y que el gobierno central no los tenía debidamente en cuenta.

En octubre de 2017, el gobierno catalán realizó un referendo sobre la independencia a pesar de las advertencias reiteradas de los máximos tribunales del país de que un voto regional sobre la soberanía violaba la Constitución.

La mayoría de los votantes unionistas boicotearon la votación, mientras que 2 millones de los 5,3 millones de empadronados votaron por la secesión pese a la represión policial que dejó cientos de heridos.

El Parlamento catalán declaró la independencia el 27 de octubre, pero no logró reconocimiento internacional.

Escape

El entonces presidente regional Carles Puigdemont y algunos de sus compañeros huyeron del país, pero una docena de dirigentes del proceso secesionista cayeron presos. En 2019, la Corte Suprema de España falló que esos 12 líderes independentistas eran culpables de sedición, malversación de fondos públicos, desacato y otros delitos. Nueve recibieron largas condenas de prisión, los otros tres penas de multas sin prisión.

LOS INDULTADOS

Al exvicepresidente regional Oriol Junqueras le dieron la pena más larga, de 13 años de prisión por sedición y malversación de fondos públicos.

Otros ocho recibieron penas de nueve a 12 años, entre ellos la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell, varios ministros y los dirigentes de grupos separatistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Saldrán en libertad después de tres años y medio en la cárcel, pero se mantiene su inhabilitación para ejercer cargos públicos.

El jefe del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, recibió fuertes críticas en las últimas semanas mientras Madrid preparaba los indultos, tanto de parte de los conservadores y la ultraderecha como de un gran sector del público.

Pero la decisión tiene amplio respaldo en Cataluña, donde muchos unionistas esperan que ayude a tender puentes. Importantes dirigentes empresariales y obispos católicos han expresado su apoyo.

Sánchez probablemente necesitará los votos de algunos separatistas catalanes en el Parlamento nacional en Madrid para mantener su gobierno minoritario a flote durante los próximos dos años.

DESCONTENTO SEPARATISTA

Aunque festeja la libertad de sus dirigentes, el movimiento separatista no está satisfecho. Sus políticos quieren una plena amnistía para todos los participantes del intento secesionista de 2017. Con ello se limpiarían los prontuarios y podrían volver a la vida política. Además, no renuncian a su sueño de fundar un nuevo Estado.

La decisión de indulto no incluye a Puigdemont y un puñado de dirigentes separatistas que huyeron a Bélgica, Escocia y Suiza, donde evadieron los pedidos de extradición de España. El gobierno ha dicho que deben regresar para responder ante la justicia. (AP)

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE