Vacunación VIP: mandan al archivo casi toda la causa

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Para la jueza María Eugenia Capuchetti los denominados “vacunados vip” no cometieron ningún delito al recibir sus dosis contra el coronavirus por fuera del circuito de inoculación regular.

Así se desprende de la resolución firmada ayer por la magistrada, que ordenó archivar la investigación penal sobre 65 de las 70 personas que se aplicaron la Sputnik V cuando esa vacuna solo estaba destinada a pequeños grupos prioritarios o estratégicos definidos por el Ministerio de Salud que conducía Ginés González García, quien seguirá siendo investigado.

En esa nómina aparecen desde el presidente Alberto Fernández hasta el Procurador del Tesoro Carlos Zannini, el periodista Horacio Verbitsky, el ex presidente Eduardo Duhalde y su esposa Hilda “Chiche” Duhalde y el ministro de Economía Martín Guzmán. También funcionarios como Felipe Solá, Jorge Taiana y Eduardo Valdés hasta recalar en el propio González García, el exministro de Salud eyectado de su cargo cuando el escándalo salió a la luz.

El archivo, parcial, es porque Capuchetti sostiene que en el Código Penal “no existe un tipo penal que criminalice la conducta de un funcionario público que otorgue tratos especiales como el que es objeto en esta investigación”. Pero pueden ser sometidos a la Ley de Ética Pública.

Si bien la jueza cerró el caso respecto de la mayoría de los involucrados, seguirá investigando a González García. También, a su exsecretario privado Marcelo Ariel Guille, su exjefe de gabinete Lisandro Bonelli y el subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos de Salud, Alejandro Collia.

En cambio, la magistrada consideró que prácticamente todo el grupo de 70 investigados, a excepción de los casos puntuales que continuará investigando, estaba dentro de las personas “prioritarias” que debían ser vacunadas. Y que “la conducta moralmente reprochable de un funcionario, que realiza una gestión para que personas allegadas reciban un trato especial en la aplicación de la vacuna, encuentra un gran problema relacionado con la carga emocional con la que percibimos esos hechos”, insistió en el expediente que se abrió luego de que Verbitsky admitiera que había llegado antes a la vacuna gracias a su amistad con Ginés González García. La revelación disparó una catarata de denuncias que terminaron acumulándose en el juzgado de Capuchetti.

 

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