El crudo testimonio del joven baleado por enfrentar a ladrones en Gonnet: "Tuve suerte""

Las víctimas de la reciente ola de hechos delictivos que asola la zona norte de la Ciudad hablaron con ELDIA.COM y dejaron testimonio de la angustia en que viven a merced de delincuentes que actúan a toda hora y con absoluta impunidad.

Facundo, el hombre de 37 años baleado anoche en 505 bis entre 11 y 12 de Gonnet, contó que "escuché gritos y vi que había un muchacho forcejeando con mi vecina y le estaba sacando el auto. Traté de detenerlo pero sacó un arma y me disparó en el brazo, tuve suerte porque podría haber sido peor. La bala entró y salió".

El vecino agregó que "esta cuadra es muy propicia para el robo, escapan para el lado de la vía y la verdad es que nunca habíamos visto tanta violencia. Es gente que viene de otro lado a robar". Por otro lado contó que esta tarde, a las 17, los vecinos se autoconvocaron a la comisaría de Gonnet para pedir a las autoridades mayor seguridad, mientras que luego marcharán a la delegación a reclamar por luminarias.

Por su parte, Guillermo, otro vecino de la zona, no dudó en calificar la situación como "zona liberada" y contó que "el jueves de la semana pasada le entraron a un vecino en 12 y 507, el sábado en 507 bis entre 11 y 12. Entran a los jardines de las casas para meterse en las viviendas. Tenemos alarmas, sensores, cámaras y a veces los delincuentes huyen ante los sonidos y los gritos pero la zona está muy complicada".

Además dijo que "todos los días hay un hecho distinto y la iluminación no es buena. La mayoría de las luces fueron puestas por los vecinos porque las municipales se queman y nos las cambian. Uno trata de mejorar todo en forma personal pero lo que no hay es presencia policial, no se ve, se reiteran los hechos y no hay presencia policial".

El testigo agregó que "la cercanía a la autopista hace que evidentemente venga gente de afuera a robar y escapen por ahí".

"Ya no hay horarios más seguros o inseguros, es todo a cualquier hora. Se meten a las casas con la gente adentro, con total impunidad. Cualquier hora es peligrosa", insistieron.

Como se informó, la Zona Norte se convirtió en el último tiempo en una de las más inseguras de La Plata. Durante el fin de semana hubo varios casos, entre ellos uno con un herido por un corte de arma blanca; y la situación se agravó en las últimas 24 horas con nuevos episodios delictivos (vea: https://www.eldia.com/nota/2021-8-11-2-19-52-zona-norte-sin-control-un-baleado-en-gonnet-y-robos-en-castells-y-city-bell-policiales).

Zona peligrosa

Los tres más resonantes tuvieron lugar en City Bell, en Villa Castells y en Gonnet. En este último, Facundo fue baleado en un brazo al intentar interponerse entre los ladrones y la víctima. Fuentes oficiales informaron que todo sucedió a las 19.40, en 505 entre 11 y 12, cuando 3 individuos atacaron a una oficial de la Policía con destino en el área de Servicios Sociales, como empleada administrativa. “Un frentista advirtió la maniobra e intercedió para evitar el robo”, confió el vocero. En esas circunstancias, uno de los ladrones le disparó en el brazo derecho. Por fortuna, el proyectil no le afectó ninguna arteria y fue trasladado a un hospital. En tanto, los autores del asalto escaparon en un Renault Clio gris de la damnificada.

También se conoció el caso de Marcelo, que antes de tener su almacén en la cuadra de 12 A entre 461 y 461 B, fue, entre otras cosas, remisero. Nació y vivió toda su vida en City Bell, “recorrí todas las calles. Me conozco todo”, aseguró. En el barrio en el que vive y trabaja ahora también sabe “quién es quién”. Por eso le llamó la atención que ayer a las 21.15 un Fiat Argo negro, con un solo ocupante, estacionara frente a la casa donde vive su cuñado, a metros de su comercio. “¿Flaco qué hacés acá, a quién estás esperando?”, le preguntó al desconocido. La respuesta fue simple (“estoy hablando por teléfono”), pero a Marcelo no lo conformó. Con la sospecha dando vueltas en su cabeza regresó al pequeño local y se preparó para cerrar. Unos 20 minutos después, la joven de 24 años que cuidaba el inmueble de su cuñado (y prima de éste) apareció en la puerta del autoservicio. Tenía las manos atadas y una expresión de terror se le dibujaba en el rostro. En pocos segundos le relató lo que había ocurrido y enseguida llamaron a la Policía.

El robo, de eso se trató, fue en parte similar al que tuvo lugar el domingo a unas cinco cuadras de allí. Cruzando el camino Centenario, en 14 entre 461 B y 461 C, dos sujetos asaltaron a una familia con cuchillos y escaparon con un botín contundente. En esta ocasión, los delincuentes eran tres y arribaron en dos autos, ambos “con patentes nuevas”, afirmó el comerciante. El vehículo restante era “un Chevrolet de los últimos, de color bordó”, agregó, al tiempo que dio un dato importante: “A ese mismo Chevrolet, hace dos semanas mi cuñada lo vio pasar por acá”. En ese sentido, sentenció que “hicieron inteligencia, pasaron, miraron el movimiento de la familia y escaparon en el momento justo”.

Uno permaneció en el Argo y los otros bajaron, saltaron la cerca de la propiedad y forzaron -en silencio- la puerta principal. Luego recorrieron el interior de la finca hasta dar con la chica, que nunca los escuchó entrar. La redujeron en cuestión de segundos y le ligaron las manos con un cinturón del dueño de casa. Según denunció la víctima, la amenazaron con cuchillos y con una barreta, presuntamente la misma que utilizaron para violentar la cerradura. Con gritos le exigieron saber dónde estaba “la caja fuerte”. Aunque en la casa no hay ninguna. “Fue un momento muy feo”, sostuvo Marcelo, al tiempo que añadió que “gracias a Dios, ellos (por los damnificados y sus hijos de 10 y 12 años) se fueron de vacaciones. Si llegaban a estar los nenes no sé qué hubiera pasado”.

Conforme detalló la denunciante, los malvivientes escaparon con un teléfono celular, varias prendas de vestir, dos notebook, relojes, joyas, dos bicicletas, una PlayStation y un Volkswagen Vento azul. Mientras intentaba consolar a la joven, avisó a las autoridades y un patrullero arribó en cinco minutos. Les dieron una rápida descripción de los autos, pero al cierre de esta edición los ladrones seguían prófugos.

Marcelo refirió que “el problema de City Bell es que la cuadrícula va de las vías hasta el Camino Belgrano y de 460 hasta 484. Para un solo patrullero que tiene la comisaría (décima), es un área enorme. Entonces, ¿cuántas veces puede pasar el móvil? Y los chorros sabemos que laburan las 24 horas”.

Por último, explicó que en el barrio la situación “está igual” al resto de la Zona Norte, donde los asaltos son diarios. “A 100 metros, robaron una camioneta que después usaron hace un par de días y a la vuelta de casa para cometer otros delitos”, comentó. “Mi cuñado se mata laburando y esto no va a frenar. Pensar que acá nunca pasó nada”, culminó.

Ayer por la tarde, en 12 B entre 459 y 460, otro vecino denunció el robo de ruedas de su auto. Por otra parte, en 501 entre 8 y 9 desconocidos saquearon una casa mientras la propietaria regresaba de una salida. “Me fui a las 10.30 y habré vuelto a las 15, más o menos. Cuando llegué el portón estaba cerrado y mi perra estaba afuera, subida a la medianera. Por eso, pensé que estaba mi hija”, contó Graciela, la víctima. No obstante, cuando agarró a “Ene”, la notó nerviosa. Y, al mirar hacia la puerta de entrada, descubrió el motivo. “Estaba barreteada y adentro desorden”, precisó. Se llevaron algunas cosas materiales (una computadora, una tablet, un celular, algunas pertenencias) “y muchas sentimentales”, lamentó Graciela.

Las cámaras de la cuadra tomaron al vehículo de los tres autores, una Renault Captur blanca. Permanecieron menos de media hora, entre las 14.35 y las 14.55. “Es desolador. Nos sentimos invadidos totalmente porque está pasando todo alrededor. Hace un mes robaron tres casas en 501 entre 12 y 13. Vivimos así...”, finalizó.

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