Ralentización viral

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Mario Alberto Vestfrid *

Lograr alcanzar la inmunidad de rebaño es el gran paso que permitirá a la humanidad conseguir controlar la propagación de la pandemia. Este tipo de inmunidad se convirtió en uno de los principales objetivos de los gobiernos en todo el mundo y cuando se declaró la pandemia del Covid-19 se suponía que sería suficiente con un 60 por ciento de la población vacunada con ambas dos dosis.

La irrupción de la variante Delta y otras que puedan surgir en el escenario mundial modificaron las expectativas y muchos países se vieron obligados a cambiar sus estrategias.

En el nuestro esta meta por el momento está muy lejos de ser cumplida, ya que el proceso de vacunación es muy lento por la escasa cantidad de vacunas adquiridas. Mientras países como Israel tiene inmunizada el 62 por ciento de su población y el Reino Unido el 58 por ciento, la Argentina apenas ha llegado a vacunar alrededor del 19,8 por ciento con ambas dosis. Este horizonte se aleja cada vez más de lo que hoy se considera suficiente para frenar la disipación de la pandemia.

Al aumentar el índice de reproducción (R0) que es el que determina la mayor contagiosidad del SARS-CoV-2, se necesitará superar entre el 80 y 95 por ciento de población que haya sido vacunada.

Daniel Stecher, Jefe de División de Infectología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, señala que “…para poder controlar la pandemia, la inmunidad de rebaño deberá incluir un 95 por ciento de la población, si bien inicialmente se calculó que era suficiente un 70 por ciento”.

En conclusión, este es el umbral a partir del cual los virus empiezan a ralentizar su ritmo de reproducción porque encuentran menor población susceptible para difundirse.

 

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