Con un colchón y a los gritos, jubilada puso en fuga a tres encapuchados

Los intrusos pretendieron entrar por el balcón del primer piso, pero la mujer los escuchó a tiempo. Los vecinos colaboraron

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Tres sujetos encapuchados quedaron ayer por la madrugada a “tan solo un paso” de ejecutar un robo en una vivienda ubicada en la zona de la Catedral, donde se encontraba descansando una jubilada. Las intenciones de los malvivientes quedaron truncas gracias a los reflejos de la víctima, quien impidió la entrada de los ladrones con un colchón.

El hecho, que tuvo lugar alrededor de las 3 de la mañana, causó un gran revuelo en la cuadra 51 entre 15 y 16, ya que en la desesperación por repeler el intento de ingreso de los malvivientes, la propietaria comenzó a pedir auxilio a los gritos.

“Quedaron a un paso de robar. Sólo les bastó abrir una ventana para empezar a registrar”

 

Según lo que se ha podido reconstruir hasta el momento, por las marcas que quedaron en el frente de la morada y por las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona, alrededor de las 3 de la mañana tres sujetos encapuchados se presentaron en la casa de esta jubilada y, tras escalar por las rejas de la planta baja, llegaron hasta el balcón. Se encontraron allí con una ventana cerrada, por lo que comenzaron a realizar las maniobras para forzar su cerradura.

En el interior estaba la jubilada “entredormida” y con la televisión prendida. Quizás eso fue lo que la ayudó a escuchar que estaban intentando ingresar en su casa. “Me contó que se quedó dormida sentada porque estaba mirando una película en Netflix. Quizás si hubiese estado cómoda en su cama, con el sueño profundo, no hubiese escuchado que le estaban palanqueando el picaporte”, detalló a EL DIA Jose Miguel Scarpinelli, hijo de la víctima.

Al escuchar el repiqueteo en el picaporte y las voces de personas que susurraban, la mujer tomó la decisión de levantarse a ver qué sucedía. Cuando se dirigía a la habitación contigua, cuya ventana da al balcón, advirtió que rompían el vidrio con la intención de abrir desde adentro. La mujer optó por hacerle frente a la amenaza e ingresó en la habitación decidida a evitar la invasión de su hogar.

“De no ser por sus reflejos, estos tipos hubiesen entrado”. Eso estima Scarpinelli que explicó la increíble maniobra que tuvo que emplear su madre para poder evitar el ingreso de los intrusos. A decir del hombre, “sólo les bastó abrir una ventana para empezar a registrar la casa”. “Quedaron a un paso de robar. Porque no vamos a pensar que venían a buscar la pelota que se les cayó en el balcón. Pero mi mamá puso un colchón en la ventana y evitó que el tipo abriera la ventana”, destacó Scarpinelli.

LA AYUDA DE LOS VECINOS

Mientras forcejeaba con los ladrones lanzó varios pedidos de auxilio. Los edificios ubicados al lado y en el frente de la casa sumados al silencio que imperaba a esa hora en la zona amplificaron los desesperados gritos y varios vecinos de la cuadra se despertaron para intentar socorrer a la mujer con llamados al 911 y gritos y amenazas dirigidas a los ladrones desde los balcones de los otros edificios.

Finalmente, asediados por la tenacidad de la mujer y las advertencias de los vecinos, los ladrones optaron por abandonar la escena. Sin mayores contratiempos descendieron de la casa usando la misma técnica que habían empleado para alcanzar al balcón y se fueron corriendo con dirección a plaza Malvinas.

“Si esa destreza la usaran para trabajar, seguro que les iría mejor. Da mucha bronca porque uno se mata trabajando para que después vengan estos pibes y te afanen. Menos mal que la mujer se pudo defender, porque si hubiesen entrado, andá a saber qué hubiese pasado en esa casa. Por ahí no la contaba porque estos muchachos no tienen respeto por nada”, analizó uno de los frentistas de la cuadra que se despertó con los gritos de la víctima. El hombre se quejó por la demora de la policía. “Tenés que estar con un tiro en el pecho para que vengan. Tardaron como dos horas y vinieron porque fuimos varios los que llamamos”, opinó.

“Quedamos muy preocupados. No sabemos en qué momento pueden volver”

 

Scarpinelli, en tanto, expuso que “quedamos muy preocupados con la situación porque no sabemos en qué momento pueden volver a nuestra casa o a la de los vecinos. Yo creo que estuvieron vigilando a mi mamá y cuando apagaron las luces decidieron atacar”.

Añadió al respecto que está convencido de que los problemas en la luminaria jugaron a favor de los ladrones. “Desde hace tiempo venimos pidiendo al Municipio que repare las luces de la cuadra”, apuntó.

 

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