Otras dos parejas de jubilados vivieron el terror en sus casas

En San Carlos, encapuchados despertaron a un matrimonio y escaparon con plata y su auto. En Villa Castells, accedieron a las víctimas tras reducir al hijo. Y pidieron disculpas

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Un fenómeno que encendió todas las luces de alerta años atrás recrudeció en las últimas semanas en distintas zonas de la Región: los asaltos contra jubilados en sus viviendas, particularmente de noche y sin ahorrar violencia. Este diario ha dado cuenta en sus ediciones de muchos de esos episodios (ver aparte) y en las últimas horas ocurrieron dos hechos más.

Uno de ellos pasó alrededor de las 5 de la mañana, cuando un hombre de 74 años y su esposa, de 70, dormían en la planta alta de su casa situada en 44 entre 138 y 139, en el corazón del barrio San Carlos.

Unos ruidos los despertaron, pero aún antes de que pudieran preguntarse de dónde provenían, la respuesta la tenían enfrente suyo, en la imagen de dos hombres vestidos totalmente de negro y con pasamontañas que les apuntaban con un arma mientras prometían matarlos si no les entregaban dinero. Las amenazas surtieron su efecto.

En este caso los intrusos no desplegaron más violencia que la verbal, ya que los damnificados entregaron rápidamente 20 mil pesos, 2.000 dólares y un par de alhajas que terminaron por conformar a los asaltantes informaron fuentes oficiales.

Después de recorrer los ambientes de la propiedad para cerciorarse de no dejar nada de valor, los delincuentes escaparon con el vehículo de la pareja, un Renault Sandero Stepway de color gris oscuro, según completaron los mismos voceros.

Una vez que volvieron a sentirse solos y a salvo en su propia casa, los damnificados llamaron al 911 para pedir ayuda, lo que acercó a la escena a un patrullero del Comando que recorría la zona.

“Las víctimas resultaron ilesas”, confirmó un jefe policial, dando cuenta de que la fiscalía en turno dispuso que personal de Policía Científica relevara el lugar en busca de rastros de los delincuentes y que la DDI participara de la pesquisa.

No queda claro, o por lo menos no trascendió, de qué modo ingresaron los ladrones. En la subcomisaría La Unión se abrieron actuaciones caratuladas “robo calificado”. Y los investigadores rastrean a los responsables intentando reconstruir la fuga de la Sandero con imágenes de cámaras de seguridad públicas y privadas.

Terror en villa Castells

Antenoche, en tanto, otra pareja de jubilados vivió una hora de verdadero terror en su casa, al quedar a merced de tres delincuentes que lograron ingresar en la propiedad al reducir a su hijo de 49 años, informaron fuentes oficiales.

Sucedió en 13 y 494, justo después de que el muchacho estacionó el auto en el garaje y aparecieron tres maleantes que, de arranque, le pegaron en la cabeza para anular cualquier intento de resistencia. Lo forzaron a ingresar con ellos en la casa, donde estaban su padre de 74 años, que padece hemiplejía, y su mamá de 74. A ellos no los castigaron.

En ambos hechos los intrusos estaban armados. Se llevaron plata, celulares y joyas

“Buscaban una caja fuerte, como si alguien les hubiera pasado un dato que resultó erróneo”, hasta que se convencieron de que no conseguirían más que los 15 mil pesos que les dio el hijo de los dueños de casa y se fueron.

Antes manotearon también los celulares y le pidieron disculpas al más joven de los damnificados, llamándolo por su nombre de pila. El hombre aseguró no poder reconocerlos porque estaban con capuchas. Tras el hecho, golpeado y sin posibilidad de llamar a la policía, el muchacho caminó hasta el Destacamento para pedir ayuda.

La Policía convocó al personal del Same para asistir a la familia, se informó, aunque los médicos no consideraron necesario trasladar a ninguna de las víctimas. La denuncia se radicó en la comisaría Decimotercera.

 

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