Armas, capuchas y amenazas en el asalto a una casa

Un audaz robo perpetró ayer una banda de tres delincuentes armados y encapuchados en una vivienda ubicada en 9 entre 70 y 71.

Según precisaron fuentes policiales a este diario, el hecho se produjo en horas de la madrugada cuando las víctimas se encontraban descansando.

Los sujetos aprovecharon que una ventana ubicada en la planta alta había quedado abierta y, tras escalar, se colaron en el domicilio.

Con sigilo, los ladrones fueron avanzando por la casa mientras la familia dormía. Fue así que tomaron por sorpresa a los ocupantes y neutralizaron en el acto cualquier posibilidad de escape o pedido de ayuda.

Valiéndose de dos pistolas, un arma blanca y amenazas, los intrusos lograron tomar el control de la vivienda en pocos segundos. Fue en ese marco que uno de los ladrones, por caso el que estaba al mando, repartió roles a sus secuaces.

Uno de los que portaba un arma de fuego se quedó custodiando a las víctimas. Los restantes se dedicaron a revisar todo en busca de objetos de valor.

Por espacio de media hora, los delincuentes hurgaron entre las pertenencias de la familia hallando, entre distintos elementos, los ahorros del propietario y varios artefactos de electrónica.

El volumen del botín que pensaban llevarse creció aún más cuando se dieron cuenta de que el vehículo que estaba estacionado en la puerta de la casa pertenecía al hijo del dueño.

Así, tras tomar las llaves del Peugeot 208 blanco, los sujetos aprovecharon el escaso movimiento que había a esa hora en la cuadra y comenzaron a cargar lo que habían reunido sin levantar ningún tipo de sospecha.

De esta forma, los ladrones no sólo escaparon con el dinero y los aparatos que habían hallado en el registro que habían hecho por la casa (celulares y una notebook). Además cargaron varios electrodomésticos, entre ellos, televisores, un equipo de música y hasta una cafetera.