Hurto y destrozos en una casa de 73 entre 28 y 29

Un matrimonio del barrio Altos de San Lorenzo tuvo un importante disgusto en la lluviosa noche del miércoles pasado, cuando se ausentaron dos horas de su casa y, al regresar, se encontró no sólo con que les habían robado bastante. También les destruyeron algunos objetos de valor que los ladrones no pudieron llevarse.

El escruche ocurrió en una modesta vivienda de 73 entre 28 y 29, cuando en la calle prácticamente no había nadie.

En la tarde de ayer, todavía sin consuelo por lo sucedido, Natalia Lopresti (29), le contó a EL DIA que “de acá con fuimos con mi marido a las 9 menos veinte de la noche, para ir juntos a la iglesia evangélica que está en 131 y 84”.

“Regresamos cerca de las 11 de la noche y enseguida nos dimos cuenta que nos habían entrado a robar, aprovechando que la casa quedó sola”, reflejó.

Una rápida recorrida por la casa les permitió confirmar su peor sospecha. Y, al respecto, reveló que “entre lo mucho que nos robaron estaba una considerable cantidad de dinero que nos habían dejado dos clientes de mi esposo, que se dedica a la construcción y mantenimiento de piletas de natación”. Pero evitó precisar el monto. También lamentaron que les quitaron un celular y varias prendas de vestir.

“TIRARON LA TELE A LA PILETA”

Además de apropiarse de las citadas pertenencias, los escruchantes dejaron en evidencia actos de pura maldad.

Natalia explicó al respecto que “como no pudieron trepar el paredón del frente con un televisor y una amoladora, enojados seguramente por esa razón, no tuvieron mejor idea que tirar las dos cosas a la pileta de lona, que estaba con agua”.

“El televisor no sirve más, porque hasta se le rompió la pantalla. Lo que estamos tratando es de al menos recuperar el funcionamiento de la amoladora”, indicó.

Paralelamente, recordó que “inclusive, en el dormitorio, nos tiraron al piso un ropero chico y desparramaron ropa por arriba de la cama y en el suelo”.

Natalia cree que “nos vendieron”, porque “vinieron justo el día que teníamos acá mucha plata de los clientes”. Y, en esa línea, acotó que “hace poco nos fuimos tres días a la Costa, dejamos la casa sola y no pasó nada”.