VIDEO. Pidió comida en una pollería y se enteró de que su hijo había robado en el local

Edición Impresa

Con unas 15 horas de diferencia, madre e hijo fueron a la sucursal de Plaza España de una conocida cadena de pollería. Pero por motivos muy distintos.

La mujer, que vive en situación de calle, acudió para conseguir algún alimento. Su hijo, adolescente, a cometer un asalto junto a cómplices de su misma edad.

La singular historia tuvo primero como protagonista al joven, de quien testigos aseguraron que tiene entre 17 y 18 años.

El jueves a la noche, poco antes de que el comercio “Pim Pollo” de plaza España entre 7 y 66 finalizara su jornada, el chico llegó con otros tres compinches en dos motos.

“VIENEN SEGUIDO A PEDIR”

Ayer, en un alto en su trabajo como empleado en ese comercio, Jeremías Estevelle (38), le informó a EL DIA que “de los cuatro pibes, dos bajaron de las motos y entraron acá cuando no había clientes. Fue a las 20.30, media hora antes del cierre”.

Enseguida dejaron en claro sus intenciones. “Corrieron el mostrador móvil y se vinieron a donde estábamos con un compañero, lo que me sorprendió bastante, porque estos chicos vienen seguido a pedirnos que les demos comida”, señaló.

Sin salir de su asombro, segundos después esos “conocidos” les estaban apuntando con sus armas de fuego.

Pero además, no se anduvieron con rodeos. Al respecto, el vendedor precisó que “enseguida uno de ellos agarró la caja registradora y se la llevó, con calculo 4.000 pesos en su interior, porque se acostumbra acá no dejar mucha plata justamente por la inseguridad”.

Jeremías citó que el asalto “quedó filmado” por cámaras propias del negocio y que las imágenes permitieron establecer que a ambos ladrones les bastaron “30 segundos” para lograr su objetivo y huir con sus cómplices.

Cuando en la mañana del viernes se comentaba en el negocio el episodio de la noche anterior, se presentó en el local quien resultó ser “la madre del pibe que robó la caja registradora con la recaudación”.

Jeremías reveló que “vino a pedir comida como su hijo y le mostramos el video del asalto, donde lo reconoció. No lo podía creer, me pidió disculpas y se largó a llorar. Y me aseguró que no sabía nada, que de lo contrario no hubiese venido”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE