VIDEO. Hartazgo vecinal en ascenso: en los alrededores del Estadio UNO

El hartazgo de los vecinos del Estadio UNO crece día tras día. La zona queda en manos de las hinchadas y barrabravas, el estacionamiento se descontrola, la basura desborda los cestos y las veredas, la gente no puede entrar y salir de sus casas con la libertad natural que debiera tener . La zona de 4 a 1 y de 54 a 59 se asemeja una tierra de nadie, a la ley del más fuerte y en ese contexto nadie pone un límite a una situación que, según los vecinos, se desmadra partido tras partido, tal como ocurrió con el torneo internacional de v verano que se jugó del 14 de enero al martes pasado en 1 y 55.

En ese contexto, desde la Defensoría Ciudadana de La Plata convocaron para la próxima semana a una mesa de trabajo multisectorial para abordar lo que se viene -ver aparte-. En pocas semanas se viene el torneo oficial de primera división que Estudiantes arrancará como local y se avecina la Copa Libertadores.

Con lo ocurrido anteayer en la final del torneo que tuvo a UNO como sede, donde también hubo serios incidentes por un enfrentamiento entre hinchas de Boca y la policía con gases lacrimógenos, proyectiles, heridos y detenidos, los vecinos salieron a reclamar una solución urgente. Ese reclamo, en realidad, lleva varios meses y no son pocos los que tienen una visión pesimista de la situación tomando en cuenta el calendario de partidos que se avecina para este 2022.

AVALANCHA DE RECLAMOS

Silvina, vecina de 56 y 3, sostuvo que “la presencia de barrabravas que circularon libremente por nuestro vecindario, con la previa bebiendo cerveza, orinando en cualquier esquina o árbol, dejando latas y botellas de vidrio tiradas en nuestras veredas, expuso en toda su dimensión el problema que atravesamos en este barrio. Tanto la gente de Estudiantes como la Municipalidad han hecho oidos sordos a nuestros reclamos. Y esto claramente responde a una cuestión de índole económica”.

Otro vecino de calle 3 entre 55 y 56, expresó su indignación: “estupefacto con lo que esta pasando. Hace casi 20 años que vivo acá, un barrio absolutamente tranquilo, ahora totalmente alterado por los partidos de fútbol. Llegan motos con cortes explosivos, micros con bandas de música, bombos y clarinetes, concierto de bocinazos. No puedo creer que no haya ni una autoridad cuidando la ciudad”.

En 55 entre 3 y 4, otro frentista contó que en la noche del martes el “estacionamiento en cualquier parte estuvo a pleno, con autos sobre la vereda por toda la cuadra. ¿Y la grúa?”.

Sobre 55 también, pero entre 2 y 3, otro lector dijo que “la Municipalidad delegó en la hinchada de Boca el poder de policía (organización del tránsito y estacionamiento) con pésimo resultado. Hice la denuncia inútilmente. Los vecinos víctimas de la ineficiencia, la prepotencia y el descontrol”.

Andrea, de calle 2 entre 55 y 56, marcó que “los vecinos de Uno perdimos todos nuestros derechos , nos volvimos invisibles para los responsables que están permitiendo el funcionamiento del Estadio UNO en las condiciones que se desarrollan los partidos y este torneo de verano. Todos se tiran la pelota y nadie da la cara”.

En el barrio también plantearon que se hace difícil seguir resistiendo tal situación y pidieron a la Comuna que “por favor tome cartas en el asunto. Esta situación no da para más”.

Describen que con los estacionamientos hacen “bolsas las veredas y las fachadas de las viviendas se transforman en baños públicos. Si cada vez que tengamos partido vamos a vivir esto...”, describe con angustia otra vecina.

Otros vecinos también sugirieron que el club o la organización del torneo debieran “resarcir económicamente a los vecinos por las molestias y los desmanes que ocurren en un barrio, en el que no midieron el impacto ambiental que está ocasionando. Devalúa nuestras propiedades -dañadas por pinturas que hacen algunos hinchas-, genera efectos negativos en las clínicas y sanatorios de la zona, y tiene consecuencias invaluables en la avifauna del Bosque”, describió un vecino de calle 58 entre 1 y 2.

Como publicó este diario en reiteradas oportunidades desde que comenzó el torneo de verano, en la zona también tuvieron la disminución del servicio de recolección de residuos que en plena ola de calor tuvo efectos por las densas emanaciones nauseabundas y la presencia de roedores.

El desmadre, incluso, llegó más allá de las inmediaciones del Estadio. El martes a la tarde, en la llegada de hinchas de Boca en distintos micros, arrojaron un explosivo sobre un auto generando daños materiales en el vehículo, según denunció un vecino de 122 entre 35 y 36.