Ejercicios y hábitos para que los adultos mayores conquisten calidad de vida
Edición Impresa | 10 de Octubre de 2022 | 02:22

El informe publicado en este diario sobre la cada vez mayor presencia de hombres y mujeres de más de 60 años en gimnasios, practicando deportes y, en definitiva, rompiendo el mito de que el ejercicio suma riesgos a la edad dejó en claro, según la coincidente opinión de especialistas y profesionales de la salud, de la importancia que tiene para ellos realizar ejercicios controlados y evitar así una serie de deterioros orgánicos.
En ese contexto, se coincidió también en que los adultos mayores en la Argentina se encontraron entre los más afectados por la crisis sanitaria causada por la pandemia y la cuarentena prolongada que les causó un profundo impacto emocional, al ver interrumpidos los vínculos sociales y la actividad física que realizaban antes de marzo de 2020.
En la nota se dio el ejemplo de un conocido historiador argentino, de 77 años de edad, que comenzó a hacer gimnasia a partir del diagnóstico de una insuficiencia cardíaca, en 2004, y descubrió que se le “arreglaron de inmediato el colesterol, la presión arterial y la glucemia”, entre otras de la mejorías psicofísicas que experimentó.
Tal como se señaló, no son pocos los adultos mayores que encaran una actividad física casi “obligados” por sus familiares o médicos, pero cada vez son más quienes reconocen en ese hábito el mejor antídoto contra el aislamiento, la enfermedad y la tristeza. Todo un desafío de cara a los prejuicios del edadismo o viejismo.
Una profesora de gimnasia dio el ejemplo de un grupo que se reúne en un complejo de Los Hornos, para practicar una suerte de adaptación del vóley, aunque con diferencias bien marcadas: la pelota se toma en lugar de ser golpeada y no se remata, sino que se la lanza del otro lado de la red. Más allá del reglamento, tiene también como principal propósito fomentar el desarrollo deportivo de los adultos mayores y ayudarlos a que se vinculen y compartan vivencias como grupo.
Por su parte, una médica sostuvo que “nuestros padres eran del cigarrillo y del estar sentados mirando tele hasta que se empezaron a dar cuenta de que el trabajo aeróbico, la resistencia, el trabajo de fuerza, coordinación y flexibilidad son capacidades físicas que, si se trabajan, mejoran la calidad de vida”. Cabe destacar que todos los especialistas consultados recomendaron a las personas mayores consultar con un médico y realizar un chequeo antes de emprender cualquier actividad física.
Retomar las actividades sociales, culturales y recreativas; volver a salir en grupos pequeños a lugares ventilados, retornar a centros deportivos y de rehabilitación, forman parte de algunas de las recomendaciones formuladas en los distintos especialistas.
Este retorno, inclusive, permitirá ir detectando a quienes más sufrieron el aislamiento y actuar sobre posibles casos de estrés postraumático y distintos cuadros psicológicos o psiquiátricos.
Los prolongados aislamientos dispararon también evidentes problemas emocionales en los adultos mayores, añaden especialistas en geriatría, originándose muchos casos agudos de depresión. Asimismo, resultó evidente que aquellos adultos mayores que tienen acceso a las nuevas tecnologías pudieron mantenerse más conectados con el mundo que aquellos que no lo tienen.
Lo económico y social también marcó una diferencia y los que más sufrieron el impacto fueron los de los sectores más vulnerables. Volver a conectarse con amistades, realizar actividades gimnásticas, recreativas y culturales, retornar a lugares y paseos públicos, forman parte de las muchas otras actividades que pueden devolverle la calidad de vida perdida a los adultos mayores.
EDITORIAL DIARIO EL DÍA
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