El jefe de los copitos dice que lo suyo fue “una joda”

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Nicolás Gabriel Carrizo, uno de los detenidos por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, le dijo a los jueces que no soporta más estar preso y que los mensajes referidos al atentado fueron producto de su “humor negro”, al tiempo que la querella que representa a la Vicepresidenta reclamó que se confirme su procesamiento y el de otra acusada, Agustina Díaz.

“No soporto más”, dijo Carrizo a los jueces de la Cámara Federal porteña en unas breves palabras dichas de manera presencial en los tribunales de Retiro luego de más de dos horas de audiencia. “Estoy ahí encerrado, pensando todos los días por qué hice una joda así. Yo pensé que Brenda (Uliarte, otra de las detenidas y pareja del agresor) no tenía nada que ver”, agregó. Su defensa pidió que se le otorgue “la libertad total” o se morigere su detención con, por ejemplo, una prisión domiciliaria, y que se declare la nulidad del procesamiento.

Mientras, la defensa de Díaz reclamó a su turno que también se revoque el procesamiento por “prematuro” y “antojadizo” y se disponga su inmediata libertad.

Por la mañana, Carrizo fue trasladado desde la cárcel donde cumple prisión preventiva, mientras Díaz siguió durante casi tres horas la audiencia por videoconferencia desde el penal de Ezeiza.Los jueces Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens escucharon al abogado Marcos Aldazabal, por la querella de la Vicepresidenta, y a los defensores de los dos detenidos: Gastón Marano, en el caso de Carrizo, y Javier Molina, por Agustina Díaz. El tercer integrante de la sala I del Tribunal de Apelaciones, Leopoldo Bruglia, no asistió a la audiencia en el segundo piso de Comodoro Py 2002 por estar de licencia.

El dueño de la máquina con la que se fabricaban copos de nieve que vendían los detenidos como coautores del intento de homicidio -Fernando Sabag Montiel, quien gatilló el arma y su novia Uliarte- dijo que esta última “vino con otra versión”. Carrizo dijo además que las personas que lo conocen “saben el tipo de humor que tengo. He hecho peores bromas”.

Pero el abogado de la Vicepresidenta , sostuvo que “está más que acreditada” la intervención de Carrizo como partícipe secundario en el hecho.

La querella de Cristina Fernández pidió “rechazar nulidades” que plantea la defensa de Carrizo porque “se respetaron todas las garantías constitucionales” del debido proceso y consideró que el imputado “está inmerso en la planificación del hecho”.

“La planificación existió y fue relevante; a medida que avance la investigación esperamos que se esclarezcan más cosas”, sostuvo el letrado al fijar la postura de la querella que representa en esta audiencia.

De todos modos, Aldazabal postuló como querella en que se rebaje el embargo impuesto a cada acusado y que se descarte la figura de la “alevosía” en lo ocurrido pero que la decisión se confirme en todo lo demás.

Por su parte, Javier Molina, abogado de Díaz, pidió que se revoque el procesamiento al alegar que “no sabía lo que estaba pasando” en relación a la planificación de un ataque contra la expresidenta.

Por eso, el letrado reclamó que “se revoque el procesamiento, se recaratule como encubrimiento y se la excluya de punibilidad” en virtud de su relación de amistad cercana con Uliarte y se ordene la inmediata liberación.

“Ella no es parte de nada” y sus mensajes con Brenda Uliarte, su amiga procesada como coautora del intento de magnicidio, no prueban un rol de partícipe secundario “de un delito de esta gravedad institucional”

“A la jueza le faltó coraje” para dictarle la falta de mérito y liberarla, dijo además sobre el procesamiento que dictó Capuchetti.

 

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