La Iglesia pidió unidad y por los que menos tienen
Edición Impresa | 12 de Noviembre de 2022 | 02:22

Los obispos argentinos celebrarán una misa en el santuario de Nuestra Señora de Luján para pedir por “la paz y la unidad” de la Argentina, al concluir la 121 asamblea plenaria que se realizó desde el lunes en Pilar.
“Con este gesto renovaron la comunión y la colegialidad episcopal y llevarán a sus pies la acción de gracias por la fecundidad de este encuentro. Rezaron especialmente por la paz y la unidad en nuestra Patria y pedirán a la Patrona de los argentinos y argentinas por los sacerdotes y los jóvenes, quienes han estado especialmente presentes en la reflexión y el trabajo de estos días de reunión”, indicó la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
La misa fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, en el día que se celebra la festividad de San Martín de Tours, Patrono de la ciudad de Buenos Aires, y concelebrada por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, y el obispo Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján, junto a todos los obispos participantes de la asamblea plenaria.
“Las familias privadas de lo necesario para la vida digna”
“Los obispos junto al pueblo fiel venimos a renovar nuestra adhesión a la Iglesia de su hijo Jesús, y al celebrar la Santa Misa queremos poner sobre el altar a todas las familias de nuestra patria, especialmente a aquellas que más padecen estas horas de prueba, privadas de lo necesario para una vida digna”, dijo el cardenal Poli en su homilía.
Además, los obispos se unieron con este gesto a la peregrinación que los Hogares de Cristo están realizando por todo el país con motivo de los 15 años de su creación, con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga.
En la celebración, los obispos “en oración confiada a la Virgen rezaron por la necesidad de lluvias en diversos lugares del país, ante una gran sequía que afecta a hermanos y hermanas trabajadores”.
También, los obispos abordaron los inconvenientes económicos, como la pobreza, la inflación y la creciente indigencia. Ojea puntualizó que, en este momento delicado para el país, se han preguntado cuál es el lugar de la Iglesia, en una perspectiva sinodal, para ubicarse desde el Evangelio.
El papel de los jóvenes
El Episcopado se detuvo en los jóvenes, como explicó Ojea: “Hemos profundizado en su vida, sus angustias, sus esperanzas, su modo de concebir el futuro”. Del mismo modo, han pensado en las vocaciones sacerdotales, reconociendo que son pocas, pero admitiendo que es de esta cultura juvenil que surgen, y, por tanto, reflexionaron sobre la realidad de los seminarios y aprobaron la nueva ratio, es decir, el documento que establece lo que la Iglesia espera de los seminarios del mundo, aprobado por la Santa Sede.
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