Una sinfonía en movimiento

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Por AUGUSTO MUNARO

“Sibila”, quinto poemario de la poeta Carolina Doartero nos lleva a una zona de absoluta apertura de los sentidos. La percepción como eje y núcleo del libro. Una poesía lírica que bucea entre la materia y el espíritu, un equilibrio de revelación, claro, a través de una mirada rica en imágenes sonoras que fluyen, solemnes, en un osado tono profético. Al ser la autora, además bailarina y coreógrafa, cada pieza reunida opera como una danza en sí. “Sibila”, como sabemos, es un personaje de la mitología griega y romana, una profetisa capaz de conocer el futuro. Pero en esta oportunidad, y como con muy buen tino arguye Fabián Iriarte en su prólogo, Doartero, en vez de adivinar el futuro, aquí ella dirige su mirada al pasado, con el fin de afirmar mejor el presente. En esta sutil —y desfasada— operación, se expanden sus mejores poemas como resultan ser: “Sueño”, “Suspensión”, o el no menos admirable “La fidelidad de los cisnes”, donde la poeta despliega una curiosa imaginería. Piezas perfectas como pases de magia.

Dividido en dos secciones: “el fuego” y “el agua”, Sibila contiene versos que apuntan a construir una poesía de fuerte sesgo físico, corporal, donde la inestabilidad del sentido recuerda al permanente desequilibrio, y el esfuerzo de avanzar a través de pequeños movimientos, que abren y cierran portales perceptivos (sus mejores poemas son, en cierta medida, rigurosos ejercicios de percepción). Doartero —como Susana Thénon— siente al espacio como un ser de infinitas dimensiones. “Un centro / polimorfo / en expansión / hacia las adyacencias // se adhiere / a lo que no es // traga / su propia oscuridad // luminosa / la memoria del unicelular / no se pierde // se interroga / desde los bordes / disuelve el límite / fusionándose / con otros // complejidad / que pulsa / organismo plural somos”. (“Un centro”). Versos que se pliegan y repliegan como fases de una sinfonía en movimiento, siempre a favor de la liberación de la palabra. Su singular actitud, es de un riesgo absoluto.

Más honda y sofisticada que la “poesía bailada” de la notable Iris Scaccheri, Doartero —entre leves filamentos y emanaciones perceptuales— enhebra el sentido múltiple del momento, esculpe el espacio del poema para engendrar sensación. El cuerpo y la danza en la poeta, insisto, como formas de reescrituras del Yo (o yoes). Activan así, esa incansable y frenética danza de fugas, la belleza de las formas en proyección. Construcción a puro latido, la trama de su pasión lírica en trance. Búsqueda de apertura y de movimiento. Es decir, sin amarre lógico en sus repeticiones y variaciones; una maga que puede moldear el mundo a su modo.

Carolina Doartero (Buenos Aires, 1965), es bailarina, coreógrafa, poeta y astróloga. Desde hace más de treinta años se dedica a la docencia e investigación en técnicas y lenguajes corporales y a la integración de lenguajes artísticos. Fue becada por la Fundación Antorchas (1998 y 2003-2004) y por el CIEEDA, Centro de Investigación, Experimentación y Estudio de la Danza Argentina (1999). En 2014 dirigió el videodanza Monarcas, trabajo interdisciplinario que reúne cine, poesía y danza, seleccionado para varios eventos internacionales. Publicó los siguientes libros de poesía: Con los pies desnudos (2001), Hidra y sirena (2005), Fermento (2008), y La fiereza (2012).

 

SIBILA
CAROLINA DOARTERO
Editorial: En Danza
PAginas: 68
Carolina Doartero

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