Vecinos expuestos a todo riesgo por la falta de tapas metálicas en la vía pública

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Opinión Editorial

Lo cuestionable de algunas deficiencias que se registran en el llamado mobiliario urbano de la Ciudad, que incluye a todo otro elemento que presta un uso público, reside menos en que algunos se encuentren rotos o hayan sido robados, que en el hecho de la demora con que los responsables de esos servicios o, en su caso, las autoridades con incumbencia, detectan los faltantes y proceden a su reemplazo.

Ocurre que, mientras tanto, la población queda indefensa frente a esas verdaderas trampas. Y, desde luego, crece la inquietud por la falta de acción policial para frenar este verdadero auge del vandalismo urbano.

Uno de esos casos, reflejado en la edición de ayer, se registra en 120 y 528, por el grave riesgo que está provocando un derrumbe que se originó junto a una cámara de la red de desagües cloacales.

Según los vecinos, las constantes inundaciones de la cámara, causadas seguramente por una obstrucción que no se despeja, serían las causantes del desmoronamiento y ahora de la existencia de un peligroso pozo en ese lugar.

A su vez, un caso distinto, pero causante de un riesgo similar fue denunciado por vecinos de 23 y 45, a raíz del mal estado en que se encuentra la tapa de la cámara de registro de los desagües pluviales.

Un vecino detalló que la tapa circular está floja y que, al pisarla, se dio vuelta y que no cayó al interior sólo por obra del azar. “El pozo tiene unos tres metros de profundidad. Una persona mayor de edad no hubiera podido evitar la caída”, dijo.

Lo concreto es que los numerosos robos en las veredas de nuestra ciudad de las tapas metálicas pertenecientes a las redes de aguas sanitarias, así como de las cubiertas de sumideros y otras instalaciones del servicio -o el mal estado en que se encuentran- han terminado por convertir a esos lugares en verdaderos riesgos para las personas.

En fecha aún reciente una investigación realizada por este diario permitió comprobar que, en una calle del casco histórico, en un tramo que corre por el barrio La Loma, existía una verdadera seguidilla de pozos sin tapa. En el recorrido efectuado se pudo detectar que de un total de 25 cámaras de registro, sólo siete de ellas contaban con la tapa correspondiente.

Desde luego que es imprescindible una acción policial que impida y, en su caso, detenga a esta ola delictiva irracional que roba las bocas de tormenta o que también saquea los tableros eléctricos en columnas de alumbrado, entre otros elementos cuya desaparición amenazan la integridad física de las personas expuestas a semejantes peligros.

Sin embargo, como se ha dicho, también es vital que los responsables de las empresas de servicios y los poderes públicos con incumbencia procedan a la detección de estos faltantes, para proceder de inmediato a tomar las medidas que anulen todo posible riesgo.

No debería ocurrir que, en la mayoría de los casos, sean los vecinos quienes adviertan estos riesgos y, muchas veces, además, se preocupen por colocar tapas provisorias, tablas, ramas o cualquier otro elemento para alertar a la población.

 

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