¡Y ya lo ve, y ya lo ve, fuimos locales otra vez!

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Con la misma claridad del equipo para lograr la clasificación a octavos de final de Qatar 2022, los fanáticos argentinos dominaron el ambiente en el Estadio 974 de Doha, Cerca de un 90% de la capacidad fue ocupada por los hinchas albicelestes.

La gran actuación de la Selección y la clasificación a los octavos de final como ganador del Grupo C permitió que los argentinos liberaran toda su algarabía tras la angustia vivida en la derrota frente a Arabia Saudita y el desahogo del 2-0 ante México.

La hinchada empujó al equipo desde el inicio del juego y respaldó aún en los momentos más dramáticos de la noche quatarí, como el penal fallado por Messi.

El capitán fue” arropado” por el público con el que festejó cara a cara la clasificación en una noche pletórica, en la que se cantó por Diego Maradona y la ilusión de “ganar la tercera”.

Los argentinos permanecieron en las cabeceras pasada la media hora de finalizado el juego, que en la previa tuvo a cientos de compatriotas y fanáticos extranjeros pugnando por una entrada para ver el partido.

Afuera de la cancha hubo otro partido, sin dudas, con hinchas desesperados en la reventa, que finalmente siguieron el juego por celular.

“Necesito entradas” fue la frase más pronunciada en la previa por argentinos, palestinos, árabes, ingleses y estadounidenses y de otras nacionalidades en las adyacencias del estadio 974.

La escasez de tickets, un problema ausente en las dos presentaciones estuvo directamente relacionada con la capacidad del escenario.

Argentina jugó ante Arabia Saudita y México en Lusail, el estadio sede de la final y el de mayor capacidad en Qatar (88.966 personas); mientras que este partido contra Polonia se programó en una cancha con la mitad de ese aforo: 44.089 localidades.

En el playón principal de acceso al estadio, los argentinos se organizaban en grupos y fijaban su vista en las pantallas de los celulares para chequear en la web de la FIFA por alguna disponibilidad de último momento.

Muchas de las entradas ofrecidas en las distintas fases de venta fueron compradas por extranjeros y los argentinos apostaban a dar con alguno de ellos dispuesto a desprenderse de su localidad a un precio razonable.

Aún sin boletos, los hinchas pudieron llegar a menos de 100 metros del Estadio 974, favorecidos por la facilidad del acceso, ya que se encuentra muy próximo a la estación Ras Bu Abboud, una de las cabeceras de la línea dorada del metro.

Los precios de reventa escalaron hasta 800 o 1.000 dólares por un ticket de categoría 1, más de diez veces mayor al precio oficial (80). El final fue con mucha una celebración, gritos y aplausos.

 

Qatar2022

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